OMS pone fin a la alerta máxima mundial por la viruela del mono
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este jueves el fin de la emergencia global por la epidemia de Mpox, también conocida 'viruela del mono', tras un año desde la alerta.
"Ya no representa una emergencia de salud pública de alcance internacional", dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El organismo, que tomó la decisión bajo la recomendación del Comité de Emergencias de la entidad, hizo oficial la medida una semana después de levantar la misma la alerta para el covid-19.
No obstante, Tedros advirtió que "aunque las alertas para el Mpox y el covid-19 terminaron, la amenaza de nuevas oleadas se mantiene para los dos. Los dos virus siguen circulando y los dos siguen matando".
La viruela del mono se robó la atención de la comunidad científica mundial en mayo de 2022 cuando se empezaron a registrar brotes en Europa y Estados Unidos, fuera de la decena de países de África central y del oeste donde la enfermedad es endémica desde hace tiempo.
Un mes después, el 23 de julio, el director general de la OMS declaró la emergencia de salud pública de alcance internacional.
En cuanto al número de contagios, la OMS detalló que ha retrocedido de forma notable. Se han dado "casi 90% de casos menos estos tres meses, en comparación con los tres meses anteriores", dijo Tedros.
Han sido más de 87.000 casos en 111 países, y la enfermedad ha causado 140 muertos, según el último recuento oficial.
Sobre el covid-19, el pasado 5 de mayo, el jefe de la OMS estimó que la pandemia dejó "al menos 20 millones" de muertos, casi tres veces más que el balance oficial de su organización. Al 3 de mayo, el cuadro de indicadores de la OMS mostró poco menos de 7 millones de muertes registradas oficialmente.
"Este virus llegó para quedarse. Todavía está matando y todavía está cambiando. Sigue existiendo el riesgo de que surjan nuevas variantes que provoquen nuevos aumentos en casos y muertes", dijo en ese entonces.
A pesar del anuncio, Tedros dijo que "lo peor que cualquier país podría hacer ahora es usar esta noticia como una razón para bajar la guardia, desmantelar los sistemas que ha construido o enviar el mensaje a su gente de que el covid-19 no es motivo de preocupación".