La CIJ ordena a Israel detener su ofensiva en Rafah en Gaza y a Hamás la liberación de todos los rehenes
La Corte Internacional de Justicia (CIJ), máximo tribunal de la ONU, ordenó el viernes a Israel detener su ofensiva en Rafah, en el sur de Gaza, y al grupo terrorista Hamás la liberación de todas las personas que fueron secuestradas el pasado 7 de octubre.
“Israel debe detener de inmediato su ofensiva militar y cualquier otra acción en la gobernación de Rafah que imponga a los palestinos de Gaza condiciones de vida que puedan provocar su destrucción física total o parcial", mencionó el fallo de la CIJ.
El tribunal, con sede en la ciudad neerlandesa de La Haya, también ordenó a Israel mantener abierto el cruce de Rafah para que los gazatíes puedan recibir ayuda humanitaria "sin restricciones".
El tribunal de la ONU pidió además la "liberación inmediata e incondicional" de los rehenes secuestrados por Hamás en el ataque perpetrado en suelo israelí y retenidos desde ese 7 de octubre en Gaza.
Las decisiones de la CIJ son jurídicamente vinculantes, pero el organismo no dispone de ningún medio para implementarlas.
La CIJ se pronunció este viernes en base a un pedido de Sudáfrica, que sostiene que la operación israelí en Gaza constituye un "genocidio".
Hamás se pronunció sobre el fallo y estimó que Israel debería cesar su ofensiva en toda Gaza y no solo en Rafah.
Israel afirmó ante la corte que un cese al fuego impuesto permitiría un reagrupamiento de los combatientes de Hamás e imposibilitaría la liberación de los rehenes.
En enero, también tras una denuncia de Sudáfrica, este tribunal ordenó a Israel que hiciera todo lo que estuviera en sus manos para evitar actos de genocidio y permitiera la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, pero sin exigir un alto al fuego.
Sudáfrica consideró que la evolución de la situación, especialmente por la incursión de tropas israelíes en la ciudad de Rafah en el sur de Gaza, exigía una nueva intervención del tribunal.
Antes de una previsible invasión de Rafah, el Ejército israelí ordenó evacuaciones masivas de esa localidad, a fin de eliminar a los que considera los últimos batallones de Hamás, destruir su red de túneles y rescatar a los rehenes.
Según la ONU, estas evacuaciones desplazaron a 800.000 personas, en tanto que que un millón de gazatíes, de los 2,4 millones que viven en la Franja, se enfrentan a "niveles de hambre catastróficos".
Esta misma semana, cabe recordar, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, pidió que se emitan órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su ministro de Defensa, y tres dirigentes de Hamás.
Khan considera que tanto los dirigentes de Hamás como de Israel podrían ser responsables de crímenes de guerra y contra la humanidad.
La guerra entre Israel y Hamás estalló con el ataque de Hamás del 7 de octubre, que mató a más de 1.170 personas, en su mayoría civiles.
Los milicianos de Hamás también secuestraron a 252 personas, de las que 121 siguen en Gaza. El ejército israelí estima que 37 de ellas han muerto.
La ofensiva lanzada por Israel contra la Franja de Gaza en respuesta, entre tanto, ha dejado hasta el momento 35.800 muertos, según datos del Ministerio de Salud gobernado por Hamás.