Niños hallados en la selva colombiana fueron trasladados a Bogotá: así fue su llegada
La tarde de este viernes 9 de junio, tras 40 días perdidos en la selva colombiana, las autoridades hallaron con vida a los cuatro niños que estaban extraviados en esta inhóspita región de Colombia, luego de que la aeronave en la que viajaban se accidentara a principios del mes de mayo.
Lesly Mucutuy, de 13 años; Soleiny Mucutuy, de nueve; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de cuatro, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, el bebé de un año, fueron encontrados por el grupo de búsqueda de las Fuerzas Militares de Colombia e indígenas voluntarios que nunca perdieron la esperanza de hallarlos con vida.
Le han dado la vuelta al mundo las imágenes de los militares brindando atención en medio de la selva a los menores, que se encontraban deshidratados y con un evidente deterioro físico por la falta de alimentos y las inimaginables condiciones que tuvieron que soportar durante 40 días en la selva.
Por eso, aunque las condiciones meteorológicas en el lugar eran adversas, la noche del viernes la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) desplegó un amplio operativo aéreo para llegar hasta el punto donde estaban los niños y evacuarlos rápidamente.
En medio de la noche, un helicóptero de la FAC esperó suspendido sobre las copas de los árboles mientras los rescatistas subían uno a uno a los menores, que luego fueron trasladados hasta la ciudad de San José del Guaviare.
Allí, acompañados por un amplio equipo de especialistas médicos, fueron transbordados a un avión ambulancia de la Fuerza Aérea, que finalmente los llevó hasta la ciudad de Bogotá, la capital colombiana, donde llegaron pasada la medianoche.
Cuatro ambulancias los esperaban en el Aeropuerto de CATAM para trasladarlos al Hospital Militar, donde este sábado Lesly, Soleiny, Tien y Cristin se recuperan, tras un hallazgo que ha sido calificado como un verdadero “milagro en la selva colombiana”.
Este es el resultado de una labor de búsqueda incansable liderada por las Fuerzas Militares de Colombia.
Más de 100 soldados estuvieron inmersos en esta misión humanitaria, denominada “Operación Esperanza”.
Además, el hallazgo también fue posible gracias a la colaboración de comunidades indígenas que conocían la zona.