Descubren cuatro planetas rocosos orbitando una de las estrellas más cercanas a nuestro sistema solar: ¿podrían ser habitables?

Un equipo internacional de científicos ha confirmado recientemente la existencia de cuatro exoplanetas rocosos orbitando la Estrella de Barnard, la estrella más cercana a nuestro sistema solar después del sistema de tres estrellas de Alfa Centauri.
Estos hallazgos son especiales debido al pequeño tamaño de los planetas, que son significativamente más pequeños que la Tierra.
La estrella de Barnard está situada a seis años luz de distancia y es popular en la comunidad astronómica por sus múltiples falsas detecciones de planetas en el pasado.
Sin embargo, las nuevas observaciones han sido realizadas con instrumentos de última generación del Telescopio Gemini en Hawái y el Very Large Telescope en Chile, proporcionando datos mucho más precisos y confiables.
Estos cuatro planetas, designados como b, c, d y e, son cada uno entre una quinta y una tercera parte de la masa de la Tierra.
A pesar de su tamaño, se ha logrado capturar evidencia de su existencia gracias a la técnica de velocidad radial. Esta técnica mide las sutiles fluctuaciones en el espectro de la luz estelar causadas por el tirón gravitacional de los planetas mientras orbitan su estrella.
La estrella de Barnard presenta desafíos adicionales debido a su actividad estelar, que genera un "ruido" casi diez veces más grande que las señales emitidas por los planetas.
Los astrónomos enfrentaron este reto desarrollando modelos matemáticos detallados de los temblores y sacudidas de la estrella, permitiéndoles discernir y eliminar estas interferencias del conjunto de datos recolectados.
El descubrimiento también resalta que estos planetas están demasiado cerca de su estrella para ser habitables. El "año" del planeta más cercano dura poco más de dos días, mientras que el del planeta más lejano es de casi siete días.
Esto los hace demasiado calientes para albergar vida tal como la conocemos. Sin embargo, su detección abre nuevas potencialidades en la búsqueda de vida más allá de la Tierra, ya que los planetas rocosos pequeños como estos son considerados los candidatos más prometedores para encontrar evidencia de vida.