Se recrudece la guerra en Gaza, Israel le hace una "última advertencia" a Hamás para que los rehenes restantes sean liberados

El conflicto en la Franja de Gaza parece recrudecerse a medida que pasan las horas. Este jueves, Israel volvió a bombardear Gaza solo un día después de anunciar que intensificaba las operaciones militares.
Estos movimientos de las Fuerzas de Defensa de Israel fueron presentados como una "última advertencia" para que los rehenes restantes sean liberados por el terrorista Hamás, que respondió horas después disparando cohetes contra Tel Aviv.
"Residentes de Gaza, esta es la última advertencia", declaró el miércoles el ministro de Defensa israelí, Israel Katz.
"Devuelvan a los rehenes y eliminen a Hamás, y se abrirán otras opciones, incluida la posibilidad de marchar a otros lugares del mundo para quienes lo deseen", agregó.
Israel llevó a cabo esta semana la oleada más mortífera de ataques aéreos desde el inicio de la tregua en enero, que han matado a cientos de personas, según el ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás.
Según la agencia de Defensa Civil del territorio, el balance de muertos superó los 500.
"El número total de mártires desde la reanudación de la agresión en la madrugada del martes hasta el mediodía de hoy es de 504 mártires, entre ellos más de 190 niños", afirmó su portavoz, Mahmud Basal.
En respuesta, el brazo armado de Hamás anunció haber disparado cohetes contra Tel Aviv, donde sonaron las sirenas de alerta de bombardeos.
Por su parte, Israel informó que había interceptado un proyectil disparado desde la Franja de Gaza y otros dos cayeron en zonas despobladas.
"Después de que las sirenas sonaran en las zonas de Gush Dan y Hashfela, se identificaron tres proyectiles que cruzaban territorio israelí desde el sur de la Franja de Gaza", afirmó un comunicado militar.
En medio de los enfrentamientos, la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) anunció que uno de sus empleados murió y otras cinco personas resultaron heridas en Deir al Balah por un "artefacto explosivo" que golpeó uno de sus edificios.
El ministerio de Salud del gobierno de Hamás culpó a Israel, mientras que el ejército negó haber bombardeado un edificio de la ONU.