Estados Unidos desactivó programa de espionaje que inteligencia rusa ha usado por dos décadas
Este martes el Departamento de Justicia de los Estados Unidos dijo que había desactivado un programa de espionaje “sofisticado” que la inteligencia rusa FSB ha estado usando para espiar a más de 50 países durante dos décadas.
Según los funcionarios estadounidenses, la agencia de inteligencia rusa FSB había logrado insertar de manera exitosa el programa ‘Snake’, conocido también como ‘Uróboros’, en los sistemas informáticos de todo el mundo.
Además, aclaran que dicho programa tenía el fin de centrarse en las redes gubernamentales y en los sistemas de investigación del Estado.
La operación llevada a cabo por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) pudo derrotar a ‘Snake’ al insertar su propio código de computador en el programa para así lograr que se emitieran unos comandos que consiguieron, por su parte, que el malware ruso se sobrescribiera.
Lisa Mónaco, secretaria adjunta de Justicia, señaló por medio de un comunicado que “a través de una operación de alta tecnología que volvió este malware ruso contra sí mismo, las fuerzas del orden estadounidenses neutralizaron una de las herramientas de ciberespionaje rusas más sofisticadas”.
De acuerdo con expertos en ciberseguridad este programa que es considerado como “malicioso” se conoce desde hace al menos una década.
CISA añadió que Snake es “la herramienta de espionaje cibernético más sofisticada en el arsenal de la FSB”, además de que "era muy sigilosa también era difícil de detectar en el tráfico de red y en los diferentes sistemas informáticos”.
Por otra parte, la Agencia de Ciberdefensa de los Estados Unidos comentó que dada su complejidad, “el malware ruso tenía muy pocos errores lo que le permitió a FSB poder espiar a más de 50 países en el mundo sin ser detectada durante años”.
Al tiempo, sostienen que esto lo lograban debido a que “utilizaban redes en expansión para poder ingresar a las computadoras con documentos confidenciales”.
De acuerdo con lo informado por CISA, “Uróboros consiguió infiltrarse en los sistemas de un país de la OTAN no identificado, lo que le permitió a FSB poder acceder y filtrar comunicaciones diplomáticas y documentos confidenciales de relaciones internacionales”.
Además, CISA precisó que “la efectividad de este tipo de implante de espionaje cibernético depende completamente de su sigilo a largo plazo”.