El régimen de Maduro reacciona a invocación que hizo Trump de ley de 1798 para enfrentar al Tren de Aragua y dice que los migrantes son "víctimas"
El régimen de Nicolás Maduro rechazó “de manera categórica y contundente” la invocación que hizo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de una ley de 1798 para ordenar la rápida detención y deportación de todos los sospechosos de ser miembros del Tren de Aragua.
Para el régimen esa ley “criminaliza de forma infame e injusta a la migración venezolana, en un acto que evoca los episodios más oscuros de la historia de la Humanidad, desde la esclavitud hasta el horror de los campos de concentración nazi”.
“La Ley del Enemigo Extranjero de 1798, en la que se basa esta orden presidencial, es una ley anacrónica que no solo violenta leyes fundamentales y vigentes de los Estados Unidos de América, si no que vulnera el ordenamiento jurídico internacional”, expresó mediante una nota de prensa.
El madurismo consideró en la nota que el “migrante venezolano que cruzó nuestras fronteras en busca de alternativas de vida, lo hizo por razones económicas que fueron consecuencia de las penurias creadas a nuestro pueblo por el bloqueo criminal a nuestra economía, impuesto por gobiernos de occidente en contra de toda la sociedad venezolana para perpetrar sus planes de cambio de régimen en Venezuela”.
“En su inmensa mayoría, los migrantes son mujeres y hombre trabajadores, dignos y honestos, no son terroristas, no son criminales, ni enemigos extranjeros. Son víctimas”, indicó.
En este sentido el régimen manifestó que “Venezuela rechaza la persecución contra nuestros connacionales, la expropiación de sus bienes personales, patrimonio, negocios, vehículos, cuentas bancarias”. “Asimismo, denunciamos de forma enérgica que nuestros compatriotas en Estados Unidos están siendo sometidos a persecución en sus lugares de trabajo, colegios, iglesias, hospitales y espacios públicos”.
“Esta nueva agresión se enmarca dentro de la aplicación sistemática de medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, impulsadas desde Washington con el respaldo de sectores extremistas del fascismo venezolano”, precisó.
La Ley de enemigos extranjeros de 1798 es una autoridad en tiempos de guerra que permite a un presidente detener o deportar a ciudadanos de una nación enemiga.
Ha sido invocada tres veces: durante la Guerra de 1812, la Primera Guerra Mundial y, sobre todo, la Segunda Guerra Mundial, entre 1942 y 1946, para detener a unos 120.000 japoneses y estadounidenses de origen japonés.