El presidente Trump arremete contra dirección de Harvard y la califica de "institución antisemita de extrema izquierda"

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó el jueves a Harvard y la calificó de "institución antisemita de extrema izquierda" por medio de su red social Truth Social.
La prestigiosa universidad estadounidense lucha actualmente en los tribunales contra la congelación de fondos impuesta por el Gobierno de Trump.
"Este lugar es un desastre liberal", sostuvo Trump en una publicación en dicha plataforma, quejándose también de que fueron admitidos en esa universidad estudiantes "de todo el mundo que quieren destrozar nuestro país".
El republicano sostuvo que "Harvard es una amenaza para la democracia" y exigió el "despido" de un abogado que trabaja para su grupo empresarial -la Organización Trump- y que también representa a Harvard.
"De todos modos, no es muy bueno y espero que mi gran y magnífica empresa, ahora dirigida por mis hijos, se deshaga de él inmediatamente", sentenció.
Si bien no divulgó su nombre, los medios locales consideran que se trata de William Burck, un abogado muy valorado en los círculos republicanos.
Burck es asesor de la Organización Trump y a su vez el encargado de Harvard para defender a la universidad ante la Casa Blanca.
En una entrevista en NBC News, Alan Garber, presidente de la institución educativa dijo que la escuela "no tenía otra opción" que luchar contra lo que cree que es un exceso federal y un intento ilegal del gobierno de retener fondos como palanca para controlar la toma de decisiones académicas.
"Estamos defendiendo lo que considero es uno de los pilares más importantes de la economía y el estilo de vida estadounidense son las universidades", acotó Garber.
En una carta del 11 de abril la administración Trump describió una lista de "reformas cruciales" que quería que Harvard implementara para conservar 2.200 millones de dólares en subvenciones.
Las reformas incluían permitir al gobierno auditar a los estudiantes que la escuela contrata y admite durante al menos los próximos tres años.
Cuando Harvard rechazó las demandas la administración dijo que congelaría la financiación acusando a la academia de falta de voluntad de la escuela para abordar seriamente el antisemitismo y el acoso a los estudiantes judíos.
El mandatario estadounidense critica a las universidades alegando que son focos de protestas progresistas, como en el caso de las manifestaciones a favor de los palestinos en el conflicto de Gaza.
Respecto a Harvard, la Casa Blanca está buscando niveles de control gubernamental sin precedentes sobre el funcionamiento interno de la universidad más antigua y rica del país.