El sorpresivo beso entre Leonardo DiCaprio y Kate Winslet tras 27 años del estreno de ‘Titanic’
La película ‘Titanic’, estrenada en 1997, es una de las cintas más queridas del cine debido al éxito que tuvo al combinar la historia real del lujoso barco que se hundió la madrugada del 14 de abril de 1912 en el Océano Atlántico y la historia de amor entre una mujer adinerada y un hombre de pocos recursos económicos.
Los protagonistas ‘Jack’, interpretado por Leonardo DiCaprio, y ‘Rose’, interpretada por Kate Winslet, se conocen a bordo de este transatlántico británico y comienzan a compartir experiencias diferentes de cada uno de sus mundos, ya que él pertenecía a la clase más humilde y ella era una joven adinerada, quien estaba comprometida con un magnate por presión de su familia.
Tras 27 años de haber compartido pantalla, DiCaprio y Winslet se reencontraron este martes en un evento especial en Los Ángeles.
Ambos actores asistieron a la proyección de la nueva película protagonizada por Winslet, Lee, en el Harmony Gold Theatre.
Además de su encuentro, lo que más llamó la atención fue el momento en el que los actores protagonizaron una inesperada escena luego de que DiCaprio le dedicara unas emotivas palabras a su compañera de reparto.
Al momento de aparecer en el escenario, los actores se recibieron con un pequeño beso y posteriormente un fuerte abrazo.
Es de señalar que el transatlántico británico RMS Titanic chocó contra un iceberg la noche del 14 de abril de 1912 y actualmente se encuentra hundido a unos 600 kilómetros de la costa de Newfoundland, en Canadá.
Alrededor de 1.500 personas murieron durante el viaje inaugural del barco que zarpó de Southampton, Inglaterra, a la ciudad de Nueva York, EE. UU., viaje que nunca se completó.
El Titanic era uno de los barcos más avanzados en tecnología de su época y contaba con un sistema antihundimiento de primer nivel, por lo que sus creadores nunca pensaron que el trasatlántico pereciera en el océano. De hecho, su exceso de confianza dejó la famosa frase: “ni Dios podría hundirlo”.
Sin embargo, esta navegación terminó en una de las peores tragedias marítimas de la historia. El barco chocó de lado contra un iceberg, lo que desgarró los compartimientos que hacían que este flotara, por lo que comenzó a hundirse y la gente se volcó alterada a los botes salvavidas.
Pero por la confianza de sus creadores en que el Titanic jamás se hundiría, los botes salvavidas no eran suficientes para la cantidad de gente a bordo, por lo que la tripulación tomó la decisión, como acto de caballerosidad, de salvar primero a las mujeres y a los niños.