Un colombiano se metió en el podio de los mejores del Mundial de Clubes y posó con jugadores del Manchester City en icónica foto
Este viernes se disputó la final del Mundial de Clubes entre el Manchester City y Fluminense de Brasil, que terminó en triunfo para el conjunto inglés por una categórica goleada 4 a 0.
Sin embargo, pese a ser vapuleado por su rival, el conjunto dirigido por Fernando Diniz se llevó un premio individual de consolación en la premiación general.
Se trata del colombiano Jhon Arias, quien fue galardonado como el tercer mejor jugador de la cita orbital. Durante la ceremonia de premiación, el colombiano fue destacado como uno de los mejores jugadores del torneo y por ende el mejor del conjunto brasileño.
Jhon Arias anotó un gol en la competición, y fue una de las caras visibles del ataque del equipo brasileño. En la final ante el City, el colombiano obligó a una excelsa atajada a Ederson tras un remate de cabeza en un córner.
La organización eligió como el mejor jugador del torneo al internacional español del Manchester City, Rodrigo Hernández, mejor conocido como 'Rodri'. Incluso sin haber anotado ningún gol en los partidos que disputó su equipo.
El español fue destacado por su poderío en la medular del equipo citadino, por sus peligrosos disparos lejanos y por sus pases milimétricos, como el que habilitó en la final a Phil Foden antes del segundo gol del City.
Finalmente, los tres posaron para la fotografía oficial de rutina, cada uno con su reconocimiento, imagen que emocionó a los hinchas del fútbol en Colombia y Latinoamérica.
Entretanto, el Balón de Plata fue para otro jugador del City, el defensa central Kyle Walker, quien protagonizó una pelea con el rival Felipe Melo al término del partido.
Tras el pitazo final y en el momento en el que los jugadores disponían a saludarse e intercambiar camisetas, en un lado del campo, los jugadores Felipe Melo, de Fluminense, y Kyle Walker, del Manchester City, se enfrentaron a empujones.
Las cámaras de la transmisión internacional mostraron el momento en el que los zagueros se cruzaron y se tomaron por la camiseta con una evidente furia mutua.