Descubren nuevos detalles del impacto de dos asteroides masivos que golpearon Estados Unidos y Siberia
Investigadores del University College London (UCL) descubrieron nuevos detalles sobre las consecuencias del impacto de dos enormes asteroides contra la Tierra hace aproximadamente 35 millones de años.
Los asteroides, ambos de varios kilómetros de ancho, dejaron cráteres significativos: el cráter Popigai en Siberia, Rusia, de 100 km de diámetro, y el cráter Chesapeake Bay en los Estados Unidos, que mide entre 40 y 85 km de diámetro. Estos son el cuarto y quinto cráter de asteroides más grandes conocidos en la Tierra.
La investigación, publicada en la revista Communications Earth & Environment, no encontró evidencia de un cambio climático duradero en los 150.000 años posteriores a los impactos.
Los científicos analizaron isotopos en fósiles de foraminíferos, pequeños organismos con conchas que vivían en el mar o en el fondo marino, para inferir el clima del pasado. Los patrones de estos isotopos reflejan las temperaturas del agua en esa época.
La coautora del estudio, la profesora Bridget Wade, de la UCL Earth Sciences, destacó la sorpresa del equipo al no encontrar cambios significativos en las temperaturas del agua tras los impactos.
"Esperábamos que los isotopos cambiaran, indicando temperaturas más cálidas o frías, pero esto no sucedió. A pesar de estos grandes impactos, nuestro planeta continuó como de costumbre a largo plazo", explicó Wade.
Los fósiles analizados datan de entre 35,5 y 35,9 millones de años y fueron obtenidos de un núcleo de roca extraído del Golfo de México por el Proyecto de Perforación Científica en el Mar Profundo.
A pesar del tamaño significativo de estos dos asteroides que impactaron la Tierra, uno de los cuales se estimó que tenía de ancho la altura del Monte Everest, no se encontró ninguna evidencia de cambios climáticos considerables.
Los investigadores encontraron microesferas de vidrio y otros signos de los impactos dentro de estas capas de roca, pero no ligaron estos eventos a alteraciones climáticas prolongadas.
En estudios previos, algunos científicos habían asociado estos impactos con episodios de enfriamiento o calentamiento, pero sus análisis habían sido menos detallados, cubriendo intervalos de tiempo mayores a 11.000 años y focalizándose en pocas especies de foraminíferos. Este nuevo estudio ofrece una imagen más completa al analizar varias especies de diferentes profundidades del océano.
La investigación concluye que, aunque eventos como el impacto de Chicxulub, que exterminó a los dinosaurios, causaron cambios climáticos a corto plazo, estos impactos específicos no dejaron una huella duradera en el clima de la Tierra. Esta conclusión destaca la resiliencia del clima terrestre ante eventos catastróficos de gran magnitud.