Cuerpo espacial que orbita alrededor del Sol cerca de la Tierra sería un trozo de la Luna
Desde hace bastante tiempo, los científicos han identificado una serie de cuerpos espaciales que orbitan alrededor del Sol, pero permanecen muy cerca de la Tierra.
Los han llamado cuasi satélites, pequeños objetos que le dan la vuelta a nuestra estrella en órbitas cercanas y muy parecidas a la de nuestro planeta, pero que por su pequeño tamaño son difíciles de observar.
Uno de estos objetos es el 469219 Kamo’oalewa (2016 HO3), un cuerpo celeste de 46 metros de diámetro, el tamaño de una piscina olímpica, que se traslada alrededor del Sol en una órbita casi idéntica a la de la Tierra.
Información de la NASA indica que Kamo’oalewa también tiene un periodo orbital de un año y que en su punto más próximo a la Tierra se ubica relativamente cerca en términos espaciales: aproximadamente a 24 millones de kilómetros de distancia.
Según los astrónomos, se han logrado identificar alrededor de 30.000 objetos cercanos como este, pero solo algunas decenas de estos cuerpos tienen órbitas similares a la terrestre, como es el caso del Kamo'oalewa.
Pero por qué este objeto, descubierto por un telescopio de Hawái en el año 2016, vuelve hacer noticia ocho años después.
Resulta que una investigación reciente, publicada por la revista académica Nature Astronomy, concluyó que Kamo'oalewa tiene “características espectroscópicas similares a los silicatos lunares erosionados en el espacio”.
Este hallazgo plantea que el objeto tendría un origen lunar y no de asteroide, como es el caso de la gran mayoría de otros cuerpos celestes similares.
De hecho, la investigación asegura que las características de Kamo'oalewa, en tamaño y edad, entre otras, llevan a concluir que podría provenir del cráter de la Luna Giordano Bruno, el cual posee un diámetro de 22 kilómetros.
El análisis sugiere que el impacto que generó dicho cráter pudo haber expulsado fragmentos suficientemente grandes a órbitas alrededor del Sol, las cuales algunas perduran en la actualidad.
De acuerdo con Nature Astronomy, la misión Tianwen-2 tratará de probar la hipótesis trayendo a la Tierra en el año 2025 una muestra de Kamo'oalewa.