ONU denunció la muerte de 55 trabajadores humanitarios en Afganistán
La ONU denunció este jueves un incremento del 30 % en la violencia en Afganistán contra los trabajadores humanitarios, y apuntó que 55 de ellos han fallecido en un momento en el que los talibanes llevan a cabo una dura ofensiva, al tiempo que insistió en que se necesitan más fondos para llevar a cabo la asistencia necesaria ante la crisis.
"Hemos identificado la muerte de 55 trabajadores, 63 heridos, y 83 de ellos detenidos", dijo en una rueda de prensa el representante especial adjunto del secretario general de la ONU para Afganistán, Ramiz Alakbarov, que señaló que hay ciertos grupos que están siendo blanco de ataques, como trabajadoras sanitarias o personal que lleva a cabo la campaña de vacunación de coronavirus.
Alakbarov apuntó asimismo que la ONU y las organizaciones locales con las que trabaja están teniendo dificultades de acceso a ciertas zonas por el incremento de la actividad militar, como fuegos cruzados o el hecho de que algunas carreteras hayan sido minadas.
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Pese a las dificultades, el representante quiso dejar claro que Naciones Unidas no tiene ninguna intención de retirarse del país.
"Tenemos acceso a 392 distritos, lo cual es prácticamente todo el territorio de Afganistán, y tenemos más de 115 socios y más de 15 organizaciones de la ONU que están presentes y trabajando sobre terreno", aseveró Alakbarov.
"La ONU no se ha retirado del país ni ninguno de sus socios. Estamos ahí para ayudar y salvar vidas juntos", agregó.
Las declaraciones del representante de Naciones Unidas se producen en medio de una ofensiva de los talibanes que ha llevado a los insurgentes a controlar unos 130 de los 402 distritos del país, un avance sin precedentes en las últimas dos décadas de guerra.
Según el Gobierno de Afganistán, esta ofensiva ha privado a 13 millones de afganos de servicios básicos, mientras que la ONU apunta que unos 18 millones de personas necesitan ayuda humanitaria.
Como ya hizo en Kabul el pasado domingo, Alakbarov volvió a subrayar la falta de fondos para poder ayudar al país, puesto que de los 1.300 millones que la ONU estima necesarios para ello sólo se han recibido 450 millones de ellos.
"El problema más importante ahora mismo es el de (...) la financiación. Por ahora, hemos podido llevar al país suministros y tenemos suficientes existencias, pero si no conseguimos los fondos, eso se va a convertir en un problema", añadió.
Según Alakbarov, al conflicto en Afganistán se suma la sequía, lo que ha provocado una alta inseguridad alimentaria y que uno de cada cinco niños menores de cinco años se encuentren en riesgo de malnutrición aguda.
La formación insurgente controla ya al menos 130 de los 407 distritos afganos, en una virulenta ofensiva que comenzó el pasado 1 de mayo, cuando Estados Unidos y la OTAN iniciaron el proceso de retirada de tropas internacionales tras dos décadas de conflicto.
Esta es la primera vez en dos décadas de guerra que los talibanes toman el control de tantos distritos en tan poco tiempo.
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó la semana pasada que el repliegue será completado antes del próximo 31 de agosto, frente a la fecha límite inicialmente prevista del 11 de septiembre, al tiempo que reconoció que los talibanes están más fuertes militarmente que nunca desde 2001.
Información EFE