"No podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados": presidente de Ecuador sobre irrupción a la Embajada de México en Quito
La noche del viernes 5 de abril el Gobierno de Ecuador, encabezado por el presidente Daniel Noboa, invadió la sede de la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas.
El controvertido accionar ha provocado una oleada de críticas hacia el mandatario ecuatoriano y también voces de apoyo, no obstante, el impacto en las relaciones diplomáticas con México fue directo.
Tras esto, el Gobierno de México anunció que el personal diplomático que estaba acreditado en su embajada en Quito regresará junto a sus familias a territorio mexicano. En cuanto a la sede de la Embajada de México en la capital ecuatoriana, el Gobierno de López Obrador destacó que permanecerá cerrada indefinidamente, así como los servicios consulares.
El presidente emitió un comunicado y señaló que ha "tomado decisiones excepcionales para proteger la seguridad nacional, el Estado de Derecho y la dignidad de un pueblo que rechaza cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes, corruptos o narcoterroristas".
"No podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes muy graves, violando el Artículo Ill del Acuerdo de Caracas, el Articulo 1 de la Convención de Montevideo, y Artículo 41 de la Convención de Viena, o se corra el riesgo inminente de su fuga, como nos ha pasado antes, y se burlen nuevamente del pueblo ecuatoriano", dijo.
Sobre la controversia que ha generado la irrupción de la sede diplomática, Noboa señaló que "algunos grupos que han puesto sus intereses y proyecto político por encima de la soberanía, dignidad y la justicia del Ecuador", además, rechazó que "otros han tratado de volverlo una lucha ideológica, tratando de encasillarme en un extremo del cual nunca he sido parte".
Asimismo, lanzó una contundente respuesta a los opositores que lo han criticado y agregó que son "traidores": "unos políticos ecuatorianos caducos, han solicitado a México que nos declare la guerra, y a la comunidad internacional que nos sancione económicamente, incurriendo en una traición a la Patria nunca antes vista".
"El Ecuador es un país de paz y de justicia, que respeta a todas las naciones y el derecho internacional. Al pueblo hermano de México quiero expresarle que siempre estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la justicia no se negocia, y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos", finalizó.