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Texas

Centro Caridades Católicas en Texas se ha convertido en la voz de las comunidades migrantes más vulnerables

Antonio Fernández, director del Centro Caridades Católicas en San Antonio Texas, conversó con el programa Líderes de NTN24.

Caridades Católicas ubicada en San Antonio Texas, en Estados Unidos, es una organización benéfica y humanitaria de la iglesia católica que trabaja para brindar apoyo y ayuda a personas necesitadas en todo el mundo.

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Con más de 200.000 voluntarios y de personal, Caridades Católicas es una de las organizaciones benéficas más grande de los Estados Unidos, donde atiende a casi ocho millones de personas de todas las religiones cada año.

Dentro de sus trabajos está la asistencia en casos de desastres naturales, atención médica, programas de educación y desarrollo, asesoramiento para migrantes, refugiados y programas de alivio de la pobreza.

Para entender un poco más sobre la labor de Caridades Católicas, conversó con el programa Líderes de NTN24, Antonio Fernández, director del centro en San Antonio Texas.

Antonio ha trabajado para esta organización desde el 2009, primero desde Chicago y ahora desde San Antonio, liderando programas de desarrollo y brindando servicios a las comunidades más vulnerables.

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Actualmente dirige el Centro de Bienvenida Caridades Católicas en San Antonio, uno de los albergues de migrantes más grandes en EE. UU, centro que atiende a 700 personas al día, sin embargo, debido a la fuerte crisis migratoria que vive el país han tenido que redoblar los esfuerzos.

A pesar de la gran cantidad de migrantes que llegan al Centro, para Antonio lo más importante es atenderlos con “cariño, con respeto y dignidad”, sin importar de donde vengan, la religión o el color:

“Todos somos seres humanos, la gente intenta calificar a las personas de un color o de otro color, de una religión o de otra religión, de una persona con documentos o sin documentos, para nosotros cuando una persona llega a nuestro centro todo es acerca de atenderlos con cariño, respeto y dignidad, con cosas como a nosotros nos gustaría ser tratados”.

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“Para mí ha sido un deseo, y una obligación para todos mis empleados, que cuando venga una persona los tratemos adecuadamente, como una persona humana con dignidad, respeto, cariño, amor y es para nosotros un placer hacerlo”.


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