Juan Pablo Guanipa responde a Capriles Radonski con otra carta pública: "Genera injuria, difamación e intriga"
El dirigente del partido Primero Justicia, Juan Pablo Guanipa hizo pública una carta en la que pide a la militancia mantener el objetivo de defender los resultados electorales del pasado 28 de julio y responde a la renuncia de Henrique Capriles.
Capriles anunció su renuncia a la junta directiva nacional de PJ el pasado 23 de septiembre, por "falta de unidad interna", diferencias "irreconciliables" y "falta de transparencia y rendición de cuentas de los administradores".
A lo que Guanipa desglosó varios motivos con los que desestima los argumentos del exgobernador de Miranda.
A continuación le dejamos el texto íntegro del comunicado:
El foco es el 28 de julio
Mensaje a los integrantes del Comité Político Nacional de Primero Justicia
Muy apreciados miembros del Comité Político Nacional de Primero Justicia,
Escribo estos párrafos para compartir con ustedes ideas y reflexiones que considero oportunas a propósito del momento político que estamos viviendo, signado por el irrespeto a la soberanía popular manifestada el 28 de Julio y la violenta represión que tiene en la cárcel a miles de personas, entre las cuales hay más de treinta dirigentes de nuestro partido: Rita, Mayra, Allueva, Edward, Henry, los Aldana, los Castro, entre otros, todos muy queridos por nosotros y todos injustamente detenidos.
A ellos se suman ahora nuestro alcalde Rafael Ramírez, mi hermano Pedro Miguel Guanipa y varios directores de la Alcaldía de Maracaibo a quienes se les hace un juicio político con la cortina de humo de la corrupción. Todo esto pega profundamente, en lo personal y en lo partidista y nos obliga a actuar con decisión, convicción y compromiso.
En esta carta me referiré a tres asuntos: los lineamientos políticos que propuse a la Junta de Dirección Nacional y fueron aprobados por unanimidad; las opiniones difundidas por Henrique Capriles Radonski; las duras verdades que marcan nuestro accionar político.
Nuestros lineamientos políticos
Hace tres semanas, propuse ante la Junta de Dirección Nacional de Primero Justicia cinco lineamientos para guiar nuestras decisiones. A continuación, los expongo:
1 Reconocer todo el esfuerzo realizado y la campaña que nos llevó al triunfo del 28J, de la mano de María Corina Machado y Edmundo González, a quienes seguimos asumiendo como conductores de la oposición en este momento crucial que vive el país.
2 Ratificar que el centro ideal de toma de decisiones es la PUD + MCM +
3 Continuar con la presión interna y externa como mecanismo para exigir que la verdad del resultado electoral sea aceptada por todos.
4 Reiterar y profundizar la política de Unidad y Voto de Primero Justicia. Defender el voto de los venezolanos expresado el 28J y asumir el compromiso ante el país de impulsar políticas que respondan a los nuevos retos que nos impone la pretensión de desconocer esa voluntad.
5 Mantener el desconocimiento a Nicolás Maduro, a los boletines del CNE y a la sentencia del TSJ.
Esta propuesta fue debatida y aceptada por unanimidad en Junta de Dirección Nacional de Primero Justicia. Juntos, aprobamos la política que marcará nuestras acciones en los próximos meses.
Es una política de fidelidad al mandato recibido en las primarias del 22 de octubre de 2023 y en las presidenciales del 28 de julio de 2024. Reitero que ese es el foco que debemos mantener; no debemos desviarnos de nuestro objetivo.
Esta decisión expresa visión, unidad y conducción colegiada. No hay extravío; por el contrario, hay un plan claro y una propuesta política que refleja una conexión profunda con los anhelos de cambio de los venezolanos.
Las opiniones de Henrique Capriles
Visto lo anterior, reflexionemos sobre las opiniones difundidas por Henrique Capriles Radonski en carta publicada el pasado lunes 23 de septiembre. La he leído con respeto y detenimiento. En ella, expresa su renuncia “irrevocable” a la Junta de Dirección Nacional de nuestro partido.
Comienzo por rechazar su contenido y su carácter público. Esta conducta subsume en tres de las cuatro causales taxativas de autoexclusión previstas en el artículo 11 de nuestros estatutos, a saber:
1 Contravenir las líneas partidistas de forma pública.
2 Generar injuria, difamación, intriga o manifiesto agravio a un miembro del
3 La infracción voluntaria y grave de los Estatutos, de la disciplina partidista y de los valores doctrinales del partido.
Vivimos una situación compleja. Este momento exige que cada uno de nosotros evalúe su proceder y asuma su responsabilidad. Los animo a hacerlo.
¿Diferencias irreconciliables? Ciertamente, las puede haber. Y, para gestionarlas, debemos poner sobre la mesa todas las visiones y entrar al debate político en donde se toman las decisiones. Esto hemos hecho en nuestra casa. Recordemos que la propuesta política que expuse en líneas anteriores fue aprobada por la Junta de Dirección Nacional por unanimidad, después de un debate franco y respetuoso.
Profundicemos entonces en las diferencias que menciona Capriles y vayamos a los hechos, los cuales sí podrían reflejar un divorcio con la realidad venezolana. Recordemos 6 momentos:
Primero. Fuimos pioneros en la ruta de la unidad y el voto. Fuimos determinantes en el nacimiento de la Plataforma Unitaria, en la realización de primarias para escoger a nuestro candidato, en la aprobación del reglamento electoral y en la designación de la Comisión Electoral para las primarias.
Segundo. Lo elegimos como nuestro candidato para las primarias. Lo hicimos en un proceso interno. Sin embargo, a pocas semanas de la elección y después de haber hecho poco por cumplir con sus funciones candidaturales, renunció vía redes sociales a la responsabilidad que el partido le dio. Después, calificó a las primarias de “chapuza”, declaró públicamente que “no veía ambiente” para esa elección y adelantó esfuerzos para su suspensión.
Tercero. respetamos con profundo espíritu democrático el resultado de las primarias. El 22 de octubre los justicieros no tuvimos candidato, pero sí estuvimos en cada mesa de votación sirviendo a nuestro país. Me lleno de orgullo al pensar en este acto de desprendimiento y de amor patrio. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer: trabajar y respetar la voluntad de los casi tres millones de venezolanos que votaron ese día. Somos demócratas; apoyamos irrestricta y activamente la candidatura y el liderazgo de María Corina Machado.
En la práctica, Henrique no estuvo de acuerdo con nuestra coherencia democrática. Después de las primarias, exigió que se diferenciara la condición de candidata y líder de la oposición, afirmando que María Corina Machado era lo primero y no lo segundo. Pero, la realidad es firme y tozuda. Y, tal como lo advertí, pasó lo contrario. María Corina no pudo ser candidata presidencial, pero se erigió de manera indiscutible como la líder del gran movimiento de liberación que hoy nos convoca a todos.
Cuarto. Ante la incertidumbre sobre la candidatura presidencial y la inhabilitación de nuestra candidata, nos mantuvimos firmes en la ruta de la unidad y el voto. Después de la primaria, hubo quienes afirmaban saber con determinación, como si fueran videntes, cuáles serían las actuaciones futuras de Machado.
Pero, la candidata fue desmontando una a una todas las falsas predicciones. “No irá al TSJ”… fue al TSJ. “Acabará con la ruta electoral”… fue firme en el camino electoral. “No pondrá candidato sustituto”… tuvimos dos candidatos sustitutos. Sobre la base de supuestos que el tiempo demostró errados, se hicieron propuestas inadecuadas que nos hubieran alejado del país y del triunfo electoral que hoy defendemos.
Quizás, el momento más complejo que vivimos, ocurrió cuando se propuso ante Junta de Dirección Nacional que le diéramos prontamente el apoyo a la candidatura presidencial a Manuel Rosales, la cual Henrique Capriles apoyó. Eso hubiera sido un gran error y, por eso, el partido no aceptó esa propuesta. Lo reitero: esa candidatura hubiera producido un cisma en la oposición que nos hubiera impedido lograr todo lo que alcanzamos el 28 de Julio.
En ese momento, apostamos por respetar el resultado de las primarias. Lo cónsono con esos resultados era tener confianza en el liderazgo escogido por la gente y acompañarla en la toma de las decisiones. Una vez más, el devenir de los acontecimientos nos dio la razón: María Corina Machado propuso la candidatura de Corina Yoris, avaló otras candidaturas que surgieron y terminó apoyando la candidatura de Edmundo González, quien se convirtió en nuestro candidato definitivo.
Quinto. Nos entregamos en cuerpo y alma a la campaña. Mientras poníamos nuestros mejores esfuerzos para contribuir con una campaña memorable en la historia política venezolana, Capriles trató de dejar siempre en claro sus diferencias con la líder de la oposición y fue parte de diversas acciones que promovían una innecesaria separación entre la líder y el candidato, algo inexplicable que solo nos hacía daño. Recordemos que llegó al extremo infantil de editar imágenes de la campaña para cortar a María Corina Machado de las fotos.
Sexto. Manifestamos nuestro compromiso fiel con los resultados electorales del 28 de julio. Sin embargo, nuestro compañero Capriles prontamente comenzó a señalar que las elecciones se habían terminado y que no tenía sentido el comando de campaña; por lo tanto, todo debía reorganizarse.
¿Largo el relato? Si, estos seis momentos muestran dónde está el divorcio con la realidad venezolana y dónde se ubica el alejamiento de la opinión mayoritaria del país.
Lo que muestran estos seis momentos es que Primero Justicia siempre ha procurado estar al lado de la gente, mientras que nuestro compañero ha tomado decisiones que lo han alejado del partido y del país.
Además, me parece grave renunciar a la Junta sin antes exponer las diferencias. Y convocar al debate necesario. Durante todos estos meses, la actitud de Henrique ha sido la ausencia o el silencio.
Recordemos que, antes del 28 de julio, declaró que en Primero Justicia había diferencias que debían atenderse; él decidió resolverlas con una carta pública y nos privó de esa discusión. También me impresiona que hable de cogollo, cuando todos sabemos que, si hay cogollo en Primero Justicia, Henrique, que es fundador, ha sido siempre parte de él.
A la carta que cuestiono, se une un audio que Capriles ha hecho circular en su canal de WhatsApp que cuenta con más de 1.000 seguidores y ha pedido a todos su difusión. En ese audio, así como en la carta, ambos difundidos a la opinión pública por el propio Henrique, dedica muchas líneas y tiempo para atacar a nuestro compañero Julio Borges. Hace acusaciones graves que no comparto. Necesariamente, debo referir la falta de empatía con todos los millones de venezolanos que han tenido que salir del país –y vaya si Borges ha tenido muy fundadas razones para irse luego de la fallida negociación de Dominicana–.
En ese audio, Henrique le pregunta a la dirigencia “¿hace cuánto tiempo ustedes no le ven la cara a ese señor en su Estado, en su municipio, en su parroquia?”… ¿Cómo preguntar eso cuando se está consciente de que Borges tiene casi 7 años fuera del país porque ha sido víctima de una cruel persecución? Esto es inconcebible. Julio tiene cinco órdenes de aprehensión y constantes amenazas desde la dictadura.
Lo acusa de ser el más “maricorinista” y el más “edmundista” de Venezuela. Y yo me pregunto ¿No es éste un momento clave para acompañar, sin mezquindades, con entusiasmo a Edmundo y a María Corina? ¿Por qué no asumimos que a ellos les ha correspondido liderar este proceso y necesitan nuestro acompañamiento decidido? ¡Eso no nos quita nada, por Dios! ¡Eso nos hace ganar el respeto de la gente que nos ve alineados con el país por encima de cualquier diferencia!
Duras verdades
Para finalizar, como no hay nada más poderoso que la verdad, voy a decirle a ustedes, apreciados compañeros del Comité Político Nacional, cuáles son las duras verdades que hoy nos desafían.
La verdad es que hoy hay más de 30 justicieros presos y la mayoría estamos siendo perseguidos por esta dictadura y hemos tenido que tomar previsiones para defender nuestra libertad.
La verdad es que algunos han decidido hacer política dentro de Venezuela, pero sin correr riesgo alguno y eso los ha llevado a acercamientos o a niveles no aceptables de comunicación con la dictadura.
La verdad es que hay un pequeño grupo de dirigentes que no reconocen el liderazgo de María Corina Machado y tratan de producir un divorcio de ella con Edmundo González, lo cual violenta nuestra estrategia unitaria.
La verdad es que algunos no aceptan la política que propuse ante la Junta Directiva Nacional y que debe ser considerada por el Comité Político Nacional, y la votaron por temor al escarnio público que podría significar desconocer a nuestros líderes, obviar la política de presión interna e internacional y soslayar el desconocimiento a Maduro, al CNE y al TSJ.
La verdad es que algunos tienen la idea de pasar la página del 28 de Julio y normalizar todo, sin siquiera esperar el 10 de enero, mientras otros pensamos que nuestra obligación es defender, hasta con la vida, el abrumador resultado electoral del 28 de Julio.
La Venezuela que sueño
Si esas son nuestras diferencias, tenemos la obligación de discutirlas de cara a nuestra dirigencia y militancia y de cara al país. Dentro y fuera de Primero Justicia debemos estar claros en qué es lo que queremos para Venezuela.
Yo apuesto por una Primero Justicia resteada con la soberanía del pueblo venezolano manifestada el 28 de Julio en la más vigorosa demostración cívica que hayamos dado en nuestra querida Venezuela.
Los venezolanos tenemos derecho a soñar que es posible hacer respetar el espíritu del 28 de Julio, sacar a Maduro e iniciar el más hermoso proceso de transformación que haya vivido nuestro país, con el recuerdo de quienes han dejado su vida en el camino, sin presos políticos, con todos los que se fueron regresando, con las familias reunificadas y con las oportunidades para todos, para que todos seamos protagonistas de esa gran Venezuela que tiene que venir.
¡Venezuela triunfará!
¡Esta es la hora de la resistencia!
¡Primero Justicia debe estar a la altura de ese reto! ¡Viva Venezuela Libre!
Con afecto, desde mi lugar de resguardo