Revuelo en el fútbol español: Real Madrid marcó gol que le daba la victoria sobre el Valencia, pero el árbitro terminó el partido antes que el balón entrara
Con un doblete, Vinicius salvó el empate 2-2 del Real Madrid (1º) ante el Valencia (9º) en Mestalla, donde el año pasado recibió unos insultos racistas que desencadenaron un escándalo mundial, este sábado en la 27ª jornada de la Liga.
El gigante blanco se sitúa con siete puntos de ventaja sobre el Girona (2º), que el domingo visita al Mallorca (16º).
Jude Bellingham llegó a marcar el tanto del triunfo blanco en el descuento, pero fue anulado al ser considerado fuera de tiempo. El inglés se quejó - 'It's a fucking goal', dijo, según su técnico Carlo Ancelotti- y fue expulsado por roja directa.
Antes de la polémica, todas las miradas estuvieron puestas en Vinicius y el astro brasileño no defraudó. Marcó dos goles de instinto (45+5 y 76) que permitieron remontar los tantos de Hugo Duro (27) y Roman Yaremchuk (30). Pero además mantuvo una intensa batalla con la grada.
Tras su primer gol levantó el puño derecho dirigiéndose a la grada y después de firmar el segundo multiplicó los gestos, entre ellos taparse las orejas con las manos.
El partido tenía una gran carga emocional, comenzando con un espectacular minuto de silencio por los diez fallecidos en el aterrador incendio que devoró un edificio de viviendas en un barrio de Valencia el 22 de febrero.
En el juego no pasó nada hasta casi la media hora de partido. Entonces el Valencia supo transformar su sobreexcitación en goles, aprovechando la falta de intensidad del Real Madrid.
Hugo Duro abrió el marcador con un remate de cabeza de puro instinto tras un centro en semifallo de Fran Pérez.
Amplió la diferencia Yaremchuk después de que Dani Carvajal se equivocara en un pase hacia el arquero Andriy Lunin.
Al borde del descanso Vinicius remató en boca de gol para recortar diferencias.
El final del partido quedó empañado por la grave lesión de Mouctar Diakhaby (86), al que se le cayó encima Aurélien Tchouaméni. Se retiró en camilla con los jugadores de los dos equipos mostrando su desolación por la mala suerte del francés.
Con el descuento cumplido, Bellingham marcó de cabeza el 3-2, pero el árbitro señaló que el tanto había sido fuera de tiempo, lo que provocó la enésima tormenta en Mestalla y una gran polémica.
