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Uruguay

Fanático hurtó el teléfono móvil de un legendario jugador de la Selección de Uruguay en plena celebración del São Paulo

Jugadores del São Paulo levantando el trofeo de la Copa de Brasil - Foto: EFE
Jugadores del São Paulo levantando el trofeo de la Copa de Brasil - Foto: EFE
Frente a más de 63.000 espectadores en el Estadio Morumbí, el São Paulo se quedó con la Copa de Brasil.

El São Paulo Futebol Clube ganó la Copa de Brasil el pasado domingo 24 de septiembre. El equipo que fue fundado el 25 de enero de 1930 conquistó el mencionado torneo luego de hacer valer el triunfo en el Maracaná en su visita al Flamengo 0 -1 por el partido de ida.

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Ya en el de vuelta, los dirigidos por Dorival Júnior se consagraron campeones de la Copa de Brasil tras igualar 1-1 en el Morumbí.

A pesar de que los campeones no contaron con James Rodríguez en el duelo, los paulistas materializaron su primera Copa de Brasil.

Frente a más de 63.000 espectadores en el Estadio Morumbí, el São Paulo se quedó con el título, que además da una plaza directa a la Copa Libertadores de 2024.

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Sin embargo, el júbilo por el triunfo del São Paulo se vio empañado por la inseguridad, ya que un fanático hurtó el teléfono móvil del legendario jugador uruguayo, Diego Lugano, frente a las cámaras.

Lugano, con pasado en la escuadra paulista se sumó a la fiesta, y en medio del tumulto de hinchas, un fanático le sustrajo el teléfono del bolsillo de su BlueJean.

No obstante, el aficionado no se salió con la suya, dado que fue atrapado y posteriormente detenido por la fuerza del orden.

En cuanto a las acciones del partido, si bien los visitantes (Flamengo) abrieron el marcador al minuto 44’ con el gol de Bruno Henrique Pinto, rápidamente los de casa empataron gracias al tanto de Rodrigo Nestor, que llegó al minuto 45 + 5’.

Sobre el final, el árbitro del trámite dio poco más de 9 minutos de agregado, por faltas y discusiones evidenciadas en el césped.

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Con los nervios a flor de piel en el tiempo de descuento, Gabriel Neves vio la segunda amarilla y fue expulsado tras alegar frente al colegiado.

Segundos después, ambos clubes escucharon los tres pitazos del juez central que pusieron punto final al encuentro.


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