Adiós a otra leyenda: falleció Dikembe Mutombo, uno de los mejores jugadores defensivos de la historia de la NBA
La tristeza empaña al mundo de la NBA, luego de conocerse que una de sus máximas leyendas ha fallecido a los 58 años, según informó la liga más importante del mundo por medio de un comunicado.
Se trata del basquetbolista congoleño-estadounidense Dikembe Mutombo, uno de los mejores jugadores defensivos de la historia de la NBA, quien falleció a los 58 años, rodeado de su familia después de una batalla contra el cáncer cerebral, reportó la liga estadounidense.
Según el comisionado de la NBA, Adam Silver, sobre el segundo mayor bloqueador de la historia de la liga “Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida”.
El expívot de los Denver Nuggets y los Atlanta Hawks, de 2,18 metros de estatura, se retiró de las canchas en 200, tras 18 años de carrera en los que fue uno de los defensores más intimidantes de la historia del baloncesto.
"En la cancha, fue uno de los mejores bloqueadores y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, ponía su corazón y alma en ayudar a los demás", le reconoció Silver al destacar la extensa labor humanitaria de Mutombo.
El camerunés Joel Embiid, líder actual de los Sixers, fue una de las estrellas que expresó sus condolencias por el fallecimiento.
"Es un día triste, especialmente para nosotros, los africanos, y en realidad para todo el mundo, porque, aparte de lo que ha conseguido en la cancha de baloncesto, era incluso mejor fuera de ella", dijo Embiid durante la conferencia de prensa de pretemporada de los Sixers.
"Es uno de los tipos a los que admiro, dentro y fuera de la cancha. Hizo muchas cosas grandes por mucha gente, fue un modelo a seguir para mí", recalcó el ganador del premio MVP (Jugador Más Valioso).
Mutombo, ocho veces All-Star de la NBA y miembro del Salón de la Fama, tenía un peculiar gesto de mover el dedo índice frente al rival al que acababa de bloquear, que durante años fue uno de los más icónicos de la NBA, imitado incluso por oponentes como Michael Jordan.
Pese a su popularidad, su característico gesto con el dedo tras sus bloqueos llegó a ser prohibido por la NBA, que lo consideraba una forma de burla, mientras para Mutombo era únicamente una forma de reafirmar su dominio defensivo.
“El objetivo era frenar a cualquiera que se acercara a la canasta, y mi misión era ganar”, dijo Mutombo en una entrevista en 2020. “Cada vez que bloqueaba tiros, la gente seguía viniendo. Yo entonces sacudía la cabeza cada vez que bloqueaba, pero me dije: 'Estos tipos no me están escuchando. Quizá sí empiezo a moverles el dedo’”.
"Y le digo una cosa, perdí mucho dinero por ese movimiento de dedos. Me pitaron muchas faltas técnicas, pero ningún árbitro me echó del partido", recordó.
Mutombo, cuatro veces ganador del premio al Defensor del Año, trabajó incansablemente para mejorar las condiciones de vida en su natal República Democrática del Congo a través de su fundación personal.
Esos esfuerzos, que incluyeron donar millones de dólares de su fortuna personal para ayudar a construir un hospital en las afueras de Kinshasa, le valieron múltiples elogios humanitarios, incluido el Premio al Servicio Voluntario del Presidente de Estados Unidos.
"Era un humanitario en su esencia", dijo Silver, que a menudo viajaba junto a Mutombo en su trabajo como Embajador Global de la NBA.
"Le encantaba lo que el baloncesto podía hacer para tener un impacto positivo en las comunidades, especialmente en su natal República Democrática del Congo y en todo el continente africano", dijo Silver.
Desde su país natal, Mutombo se trasladó a los 21 años a Estados Unidos para dedicarse al basquetbol.
El pívot brilló en su paso por la universidad de Georgetown antes de ser elegido por los Denver Nuggets en la cuarta posición del Draft de 1991. En Denver militó cinco temporadas y después jugó otros cinco años en los Atlanta Hawks.
Con menor protagonismo, su trayectoria siguió en los Philadelphia 76ers, los New Jersey Nets, los New York Knicks y los Houston Rockets.
Mutombo se consolidó rápidamente como un defensor de élite en una NBA en la que debía lidiar con gigantes como Hakeem Olajuwon, Patrick Ewing o Shaquille O'Neal.
El deportista, de 58 años, terminó su carrera con 3.289 bloqueos, el segundo mejor registro de todos los tiempos, solo por detrás de Olajuwon, que colocó 3.830, además de que disputó dos finales de la NBA, con los Sixers en 2001 y con los Nets en 2003, ambas saldadas con derrotas ante Los Angeles Lakers y los San Antonio Spurs.