Régimen de Nicaragua envía cínico mensaje de despedida al papa pese a persecución a la Iglesia en su país: Francisco lo había calificado de "dictadura grosera"

Este lunes, tras la muerte del papa Francisco, líderes políticos y figuras de todo el mundo se han pronunciado sobre el suceso.
"Esta mañana a las 07:35, el obispo de Roma, Francisco, volvió a la casa del Padre", anunció el cardenal Kevin Farrell en un comunicado publicado por el Vaticano en su canal de Telegram.
En pocos minutos, las redes sociales se inundaron de mensajes de despedida para el primer sumo pontífice sudamericano que marcó una época en la Iglesia Católica.
Con seguidores y detractores en todo el mundo, Francisco se convirtió también en un líder político, que hablaba de toda clase de temas de actualidad que aquejaban al mundo.
Precisamente, en una de sus declaraciones políticas, en marzo de 2023, Francisco tachó al régimen nicaragüense de Daniel Ortega de liderar una "dictadura grosera".
Pese a esto, hubo un cínico pronunciamiento por parte del régimen que chocó con el papa y estuvo a punto de romper relaciones con el Vaticano, al acusar a la Iglesia católica nicaragüense de apoyar las protestas en su contra de 2018.
"Nuestras relaciones (...) fueron difíciles, accidentadas, desgraciadamente influidas por circunstancias adversas y dolorosas que no siempre se entendieron", reconoció en un comunicado difundido en el sitio oficialista El 19 Digital.
Pese a desearle un descanso eterno al Santo Padre, los Ortega Murillo emprendieron desde hace varios meses una fuerte represión contra la Iglesia en Nicaragua, que derivó en que la cancillería nicaragüense se planteara "una suspensión de las relaciones diplomáticas" con la Santa Sede.
El papa supo entender "la distancia" y la "complicada y alterada" comunicación que no les permitieron tener "mejores relaciones", aseguró el gobierno de Managua.
Murillo y Ortega atribuyeron esa situación a "manipulaciones" y la "confusión generada por voces altisonantes que entorpecieron todo intento de verdadera interacción".
En febrero pasado, el gobierno de Nicaragua tildó de "depravado" y "pedófilo" al Vaticano tras expulsar a el Vaticano al obispo Rolando Álvarez en 2024 tras permanecer varios meses en una cárcel nicaragüense.
Álvarez, quien era la voz más crítica contra el gobierno en la Iglesia en Nicaragua, fue expulsado como otras decenas de religiosos, incluido el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Carlos Herrera, y otros obispos.
El gobierno de Nicaragua confiscó la universidad jesuita de Managua por acusaciones de "terrorismo" y otras propiedades de la Iglesia católica, canceló la personalidad jurídica de la Compañía de Jesús y de medios de comunicación y asociaciones religiosas.