Roca que cayó en una casa sería un meteorito procedente de las Eta Acuáridas, restos del cometa Halley
Esta semana, un extraño objeto de aspecto metálico cayó sobre una casa del centro de Nueva Jersey, en los Estados Unidos, dejando un agujero en el tejado.
Se trata de una pequeña roca de color negro, de aproximadamente 15 centímetros de diámetro, la cual – según los habitantes de la casa – entró por el techo de la edificación hasta un dormitorio, donde rebotó contra la pared y el piso hasta terminar “aún caliente” en una esquina de la habitación.
El objeto, de aproximadamente 4 libras de peso, no dejó personas heridas pero sí causó marcas que demuestran la fuerza y velocidad con la que irrumpió en la vivienda, con lo que se descarta – dicen los propietarios de la casa – que se trate de una roca arrojada por alguien.
La situación fue atendida por la policía del municipio de Hopewell y por funcionarios expertos en materiales peligrosos, quienes descartaron la presencia de algún tipo de material radiactivo en la roca.
En declaraciones a diferentes medios locales, la familia aseguró que se reunirán con expertos para analizar en profundidad el objeto y determinar si se trata de un meteorito, que es ahora la principal teoría sobre el origen de la roca.
Al parecer, según consideraciones preliminares, podría tratarse de un meteorito procedente de las denominadas Eta Acuáridas, un conjunto de restos que ha dejado en el espacio el Cometa Halley y que por estos días genera una lluvia de estrellas visible en diferentes lugares del planeta.
Según explica la NASA, cada vez que este cometa pasa cerca del Sol, el intenso calor evapora hielo y rocas de su núcleo.
Estas partículas se esparcen a lo largo de la órbita del cometa, dejando a su paso una traza de pequeños meteoros.
El planeta Tierra, que también hace su viaje alrededor del Sol, choca dos veces cada año con estos residuos, generando la lluvia de estrellas Eta Acuáridas, en el mes de mayo, y la lluvia de estrellas Oriónidas, en el mes de octubre.
"Los meteoros eta Acuáridas son rápidos, con velocidades de 238.200 km/h. A menudo, dibujan largas trazas en el cielo, que en ocasiones dejan residuos brillantes y persistentes”, comenta el astrónomo de la NASA, Bill Cooke.
Por ahora, solo queda esperar el resultado de los análisis de los expertos para conocer si realmente se trata de un meteorito. De ser así, la familia propietaria de la casa habrá recibido un verdadero regalo del cielo, dado que este tipo de rocas suelen cotizarse a cientos de dólares cada gramo.