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Miércoles, 30 de octubre de 2024
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Espacio

Científicos logran observar cómo una estrella engulle a un planeta del tamaño de Júpiter y deja solo "migajas"

Foto referencia | NASA.gov
Foto referencia | NASA.gov
El engullimiento del planeta tuvo lugar en nuestra propia galaxia, a unos 12.000 años luz de la Tierra, cerca de la constelación Aquila.

En el mundo de la astronomía han existido muchos momentos memorables, curiosos e irrepetibles que emocionan a los amantes de los astros y a los expertos que cada día le apuestan por descubrir los secretos del universo y cómo estos pueden afectar el futuro del planeta Tierra.

Es tanto así que recientemente un grupo de científicos logró observar por primera vez el momento en el que una estrella parecida al Sol se tragó un planeta del tamaño de Júpiter hasta dejar solo las “migajas” del astro.

Científicos del Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian, junto con el Instituto de Tecnología de Massachusetts y el Instituto de Tecnología de California en compañía de otras instituciones, alertaron sobre la curiosa investigación publicada este miércoles 3 de mayo por la revista científica Nature.

En el estudio la revista Nature señaló que la estrella, que es similar a nuestro Sol, logró consumir el planeta hasta el punto de poder destruirlo por completo. Según los expertos este tipo de fenómenos astronómicos son más habituales de lo que se podría imaginar, solo que el que puedan ser observados es lo raro del asunto.

La desaparición del planeta tuvo lugar en nuestra propia galaxia, a unos 12.000 años luz de la Tierra, cerca de la constelación Aquila.

¿Cómo logró una estrella consumir un planeta hasta destruirlo?

Aunque no es un fenómeno aislado y tampoco poco común, si es bien conocido por los expertos que este tipo de eventos puedan generar muchas dudas sobre qué pasa en el momento en el que una estrella consume por completo a un planeta.

En el estudio, se aclara que cuando los planetas tienen periodos cortos de orbita, es decir de aproximadamente menos de 10 días, es muy común verlos cerca de estrellas como el Sol.

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No obstante, antes de que las estrellas que están cerca del astro mueran van evolucionando hasta el punto de expandirse y aumentar hasta un millón de veces su tamaño original, por ende, los planetas que se encuentran a su alrededor suelen ser engullidos, lo que provoca eyecciones de masa luminosa de la estrella anfitriona.

Según explicó el grupo de astrónomos este era un evento que nunca había podido ser observado directamente.

Cuando el planeta es engullido por la estrella lo que sucede es que ocurre un estallido óptico de corta duración “en el disco galáctico acompañado de una emisión infrarroja brillante y de larga duración. La curva de luz y los espectros resultantes comparten sorprendentes similitudes con los de las novas rojas”.

El planeta que se encuentra cerca de la estrella moribunda, es arrastrado por una espiral que propaga la estrella y luego su núcleo se encarga de devorarlo por completo hasta dejar “migajas”.

Hasta ahora, los científicos solo habían podido observar el antes y el después de las estrellas moribundas consumiendo planetas enteros, pero nunca habían captado el momento justo cuando un astro era devorado por una estrella.

Uno de los autores de la investigación, Morgan MacLeod, señaló que este curioso fenómeno eventualmente sucederá en los miles de planetas que existen, incluida la Tierra.

¿La Tierra corre el mismo riesgo de ser devorada por una estrella?

MacLeod comentó que aunque nuestro Sol es estable, eventualmente se inflará y “primero engullendo a Mercurio, luego a Venus y luego a la Tierra”.

No obstante, aclaró que no sucederá tan pronto, de hecho considera que esto pueda ocurrir en unos 5.000 millones de años.

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Kishalay De, investigadora postdoctoral en el Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y primera autora del estudio publicado por Nature, señaló que “es un poco poético que este sea el destino final de la Tierra".

Para los astrónomos, cuando nuestro Sol eventualmente comience a engullir planetas cercanos, ese “pequeño festín” ocasionará en realidad muy pocas perturbaciones y nuestro Sol apenas emitirá un leve eructo.


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