Reino Unido adopta una ley antiinmigración que restringe el asilo
El Parlamento británico adoptó este martes una controvertida ley contra la inmigración ilegal que restringe drásticamente el derecho al asilo y que fue criticada por la ONU, que advirtió que va en contra del derecho internacional sobre personas refugiadas.
El texto es una iniciativa clave para el primer ministro Rishi Sunak quien aseguró que lucha contra la inmigración irregular y prometió "detener" las llegadas de migrantes por el canal de la Mancha.
Los migrantes que lleguen de forma ilegal al territorio británico ya no podrán pedir asilo en el país, según la ley.
Asimismo, el gobierno británico busca que los migrantes sean rápidamente detenidos y expulsados, ya sea a su país de origen o a otro Estado como Ruanda.
El proyecto de ley sobre inmigración estuvo bloqueado durante semanas en el Parlamento, pues la Cámara de los Lores pidió numerosas enmiendas para restringir las detenciones de menores y para evitar formas de esclavitud moderna.
Fue adoptado el martes de madrugada y tendrá que ser ratificado por el rey Carlos III, lo que es considerado una formalidad.
Por su parte, la ONU condenó la ley afirmando que entra "en contradicción" con las obligaciones del Reino Unido respecto al derecho internacional relativo a los derechos humanos y los refugiados.
El texto tendrá "profundas consecuencias para las personas que necesiten protección internacional", denunciaron en un comunicado conjunto el alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, y el alto comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi.
Los migrantes no tendrán "garantía alguna de poder beneficiarse de una protección en el país" al que serán expulsados, denunció la ONU.
Según Naciones Unidas, la ley "crea nuevos poderes de detención muy extendidos, con un control judicial limitado".