Negociadores del Gobierno reconocen que la mesa de diálogos con el ELN sufrió un “traspiés”
El presidente Gustavo Petro convocó a una reunión extraordinaria este viernes a su equipo de negociadores que entablan diálogos con el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), en México, para la búsqueda de una salida negociada al conflicto armado.
Dicho encuentro se propició luego de que el ELN perpetrara un ataque contra una unidad militar, en el que murieron nueve uniformados y nueve más resultaron heridos, en el departamento de Norte de Santander, el pasado miércoles.
Al término de la reunión que se celebró en la Casa de Nariño, en Bogotá, Otty Patiño, jefe de la delegación de Gobierno, y Danilo Rueda, alto Comisionado para la Paz, brindaron una conferencia de prensa en la que reconocieron que la mesa sufre un traspiés.
Rueda aseguró que la mesa de diálogo “hoy tiene un traspiés y una situación de crisis”.
Además, señaló que ese grupo guerrillero debe actuar “en consecuencia con sus propósitos y sus ideales políticos” y que “nada justifica este tipo de situaciones”, en referencia al ataque contra el Ejército.
“El Ejército de Liberación Nacional tiene en sus manos una responsabilidad inmediata de generar esperanza en la sociedad colombiana. Esperamos que escuchen al pueblo colombiano que escuchen a las comunidades. Este gobierno del cambio ofrece ese espacio y esas posibilidades y (el ELN) pueden perder la oportunidad en este momento de la historia de ser artífices de la ética de la vida”, agregó Rueda.
Por su parte, Patiño detalló que una de las preocupaciones que surgió en la reunión, es la intención que tiene el grupo guerrillero con los diálogos de paz que se llevan a cabo en México.
“El primero sobre si el ELN está usando las conversaciones para fortalecerse en sus territorios y como organización, o si por el contrario su estadía en la mesa significa una real vocación de paz y eso se une con que el ELN se reclama como una organización política, pero ese reconocimiento tiene que ver no solamente con algo que se escribe en el papel, sino fundamentalmente con actitudes y hechos”, explicó.
“Antes de que comience este tercer ciclo es absolutamente necesaria, una respuesta clara para que sepamos a que atendernos en las intenciones que tiene el ELN con relación a este proceso”, añadió.
Las negociaciones con el ELN avanzan en su tercer ciclo tras cuatro meses de reuniones en Ciudad de México. Esta es la segunda etapa de crisis que sufre el proceso de paz, luego de que meses atrás el grupo guerrillero negara haber pactado un cese al fuego con el Gobierno que Gustavo Petro dio como un hecho el pasado 31 de diciembre.