NTN24
Inteligencia Artificial

Hombre cuadripléjico recuperó la movilidad con ayuda de un microchip implantado en su cerebro y desarrollado con IA

Foto referencia | Pexels: SHVETS production
Foto referencia | Pexels: SHVETS production
Durante varios meses, el grupo de investigadores se dedicaron a cartografiar el cerebro del paciente por medio de resonancias magnéticas funcionales.

La historia de Keith Thomas ha impactado a la gente alrededor del mundo, no solo por su peculiaridad, sino también por hacer parte de una investigación que puede convertirse en un hito en la historia de la medicina.

En julio de 2020, exactamente el 18 de ese mes, Thomas oriundo de Massapequa, en el estado de Nueva York salió a bucear, sin embargo, no sabía que ese día iba a cambiar su vida para siempre.

Durante su buceo, el hombre sufrió un accidente que le produjo graves lesiones, sobre todo en las vértebras C4 y C5 de su columna vertebral.

Dichas lesiones ocasionaron que Keith quedara cuadripléjico, tras ello, durante más de seis meses permaneció solo y aislado en el hospital, hasta que una nueva oportunidad tocó a su puerta, abriendo una esperanza para él.

Esta oportunidad se trataba de un ensayo clínico, estudio en donde se convertiría en el primer ser humano en poder utilizar un implante de microchip, desarrollado con inteligencia artificial, en el cerebro.

o

Este ensayo fue llevado a cabo tanto por investigadores de medicina bioelectrónica, como ingenieros y cirujanos del Instituto Feinstein de Investigación de Northwell Health, en la unión americana.

Implante de microchip en el cerebro desarrollado con inteligencia artificial

El ensayo consiste en introducir el microchip en el cerebro, con lo que se buscaría poder reconectar el cerebro con el cuerpo y la médula espinal, con el propósito de que el paciente cuadripléjico pueda volver a sentir y recupera la movilidad.

Es una doble derivación neuronal que hace un puente electrónico, permitiendo que la información vuelva a fluir por el cuerpo y cerebro del paciente, haciendo que el movimiento vuelva, así como las sensaciones en las manos y las ganancias duraderas tanto en brazos y muñeca fuera del laboratorio.

Thomas fue sometido a esta cirugía el pasado 9 de marzo y permaneció en intervención quirúrgica durante 15 horas en el Hospital Universitario North Shore (NSUH, por sus siglas en inglés).

Durante varios meses, el grupo de investigadores se dedicaron a cartografiar el cerebro de Thomas por medio de resonancias magnéticas funcionales, las cuales les ayudaron a identificar las zonas responsables del movimiento del brazo.

Una vez tuvieron esta información, lo que hicieron fue llevarlo al quirófano para poder introducirle el microchip en el cerebro, un proceso en el que todo el tiempo Thomas estaba consciente y les iba diciendo a los médicos las sensaciones que estaba sintiendo en sus manos.

Esto ayudo a que los expertos pudieran saber con exactitud dónde tenían que colocar los implantes cerebrales, según explicó Ashesh Mehta, profesor del Instituto de Medicina Bioelectrónica de los Institutos Feinstein.

Mehta añadió que “insertamos dos chips en la zona responsable del movimiento y tres más en la parte del cerebro responsable del tacto y la sensibilidad de los dedos”.

Una vez salió del quirófano, Thomas fue conectado a un computador que usa inteligencia artificial para interpretar y traducir los pensamientos en acciones.

o

Este proceso se conoce como “terapia dirigida” y es la base del enfoque de doble derivación neuronal.

De acuerdo con Chad Bouton, líder del grupo de profesores del ensayo, el estudio con los resultados con la revisión de pares aún no ha sido publicado.

Bouton señaló que este ensayo se trata de la primera vez que “el cerebro, el cuerpo y la médula espinal se conectan electrónicamente en un ser humano paralizado para devolverle el movimiento y la sensibilidad de forma duradera”.

El profesor explicó que en el momento del ensayo en el que el paciente empieza a mover el brazo o la mano, lo que hacen es “supercargar” su médula espinal, así como también estimular el cerebro y los músculos para “ayudar a reconstruir conexiones” y proporcionar “retroalimentación sensorial y promover la recuperación”.

“Este tipo de terapia basada en el pensamiento cambia las reglas del juego. Nuestro objetivo es utilizar esta tecnología algún día para dar a las personas con parálisis la posibilidad de llevar una vida más plena e independiente”, añadió.

Por su parte, Keith agradece haber participado en este estudio porque existió un tiempo en el que “ni siquiera sabía si iba a vivir, o si quería hacerlo, francamente. Y ahora puedo sentir el tacto de alguien que me toma de la mano. Es sobrecogedor”.

El propósito de Thomas no solo era poder recuperar movilidad y sensaciones que creía perdidas, sino también a ayudar a otros que como él han perdido esperanza.

“Si esto puede ayudar a alguien, incluso más de lo que me ha ayudado a mí en algún momento, todo merecerá la pena”, acotó el hombre cuadripléjico.


Programas


Ver más

Especiales

Ver más