El Partido Republicano confirma su control sobre la Cámara de Representantes de Estados Unidos
El Partido Republicano mantendrá el control de la Cámara de Representantes tras asegurar 218 escaños, según confirman medios estadounidenses como CNN y NBC con base en las votaciones del pasado 5 de noviembre en las que Donald Trump obtuvo una contundente victoria sobre su rival en la carrera por la presidencial, la demócrata Kamala Harris.
"Ha sido una victoria decisiva en todo el país. La gente quiere vernos poner en marcha y aplicar nuestro programa Estados Unidos primero", afirmó el congresista republicano Mike Johnson, que debería, salvo sorpresa mayúscula, seguir presidiendo la Cámara de Representantes.
El congresista republicano Steve Scalise afirmó, por su parte, que el partido tienee un programa para los “primeros 100 días”.
"Tenemos un programa para los primeros 100 días, bajando el coste de los alimentos, bajando el precio de la energía, garantizando la seguridad de la frontera, poniendo en marcha la economía para que las familias que estaban pasando apuros puedan levantarse", precisó Scalise.
El control de la Cámara se suma al del Senado en el que lo republicanos aseguraron mayorías con 52 senadores.
En las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, Trump también ganó el voto popular frente a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris con el 50,2% de los votos, según NBC News.
Trump se impuso en los siete estados clave que deciden los comicios porque votan en función del candidato y no del partido.
Controlar el Congreso se lo pondrá más fácil al 45º y futuro 47º presidente, que ha prometido aplicar medidas frente a la migración irregular, para incentivar la economía local y ajustar la política internacional frente a temas como la guerra en Ucrania.
Trump ha expresado su deseo de eludir el laborioso proceso de confirmación por el Senado de las personas que planea nombrar en puestos clave.
Para ello se propone recurrir a una cláusula que permite al presidente hacer nombramientos temporales.
El horizonte judicial de las condenas penales y múltiples demandas contra Trump se ha despejado considerablemente desde que la Corte Suprema, de mayoría conservadora, dictaminó en julio que los presidentes estadounidenses gozan de inmunidad penal en el ejercicio del cargo.