"Bogotá tiene una política de seguridad que es un fracaso, hay que cambiarla": Carlos Fernando Galán, alcalde electo de la capital colombiana
Carlos Fernando Galán, hijo del excandidato presidencial asesinado en 1989, Luis Carlos Galán Sarmiento, se convirtió en el nuevo alcalde de Bogotá tras obtener una apabullante victoria en primera vuelta, con más del 49% de los votos frente al segundo que fue Juan Daniel Oviedo, con el 20,11%, y el tercero Gustavo Bolívar, quien logró el 18,72%.
El político del partido Nuevo Liberalismo se convierte así en el nuevo alcalde de la capital colombiana para el periodo 2024-2027.
En diálogo con el programa La Tarde de NTN24, Galán dio a conocer sus propuestas para la ciudad y los cambios que hará a partir del 1 de enero del próximo año cuando asuma en el poder.
“Uno aprende de las derrotas, los errores cometidos y decisiones que no fueron las más acertadas, y eso lo lleva a uno a estar mejor preparado”, dijo sobre su trayectoria en la política y sus dos intentos previos para llegar a la alcaldía de Bogotá.
Sobre sus preocupaciones por el gobierno de la siente alcaldesa Claudia López, Carlos Fernando Galán aseguró que su política de seguridad fue un fracaso, al igual la vigilancia en el aseo público y las obras.
“Bogotá tiene una política de seguridad que es un fracaso, hay que cambiarla”, dijo.
“La política de este Gobierno es un fracaso porque no entendió desde un principio las dimensiones del problema de seguridad y los llevó a tomar decisiones equivocadas”, agregó.
El electo alcalde también aseguró que hubo fallas en el “control de aseo en Bogotá, por eso tenemos en parte la ciudad llena de basuras por todas partes”.
“Ha fallado la vigilancia a las obras. Los problemas fueron evidentes hace bastante tiempo y no se actuó sino hasta última hora”, subrayó.
Con respecto a la cantidad de migrantes, en su mayoría venezolanos, que viven en Bogotá, el nuevo gobernante electo aseguró que su apuesta “es integrar bien a esa población y garantizar que puedan ser parte de la fuerza laboral”.
“Si los excluimos y alejamos los estamos dejando en situación de vulnerabilidad y son fácilmente reclutados por bandas delincuenciales”, indicó.