*Por Arturo McFields Yescas
El embajador de Colombia en Nicaragua, León Fredy Muñoz, participó el pasado 7 de julio en una marcha sandinista. Incluso fue más allá. Vistió pañoleta y gorra rojinegra, celebrando los colores de la muerte del partido gobernante.
La dictadura “maravillosa” y “admirable”. El embajador León Muñoz se equivoca y mucho. No es admirable una tiranía que encarcela sacerdotes, profana templos e incendia imágenes de Jesucristo. ¡Jamás!
“Un pueblo convencido de su revolución”. El Embajador de Colombia se equivoca nuevamente. En Nicaragua no existe una revolución, sino una dictadura acusada por Naciones Unidas por crímenes de lesa humanidad.
La Convención de Viena
El representante de Colombia en Managua pisoteó el Arto 41 de la Convención de Viena: "No inmiscuirse en asuntos internos" y menos participar en actividades proselitistas con dictaduras criminales como la de Ortega.
El artículo 1 de la Convención de Viena establece que un Embajador debe "Representar al Estado acreditante”, es decir representar los principios y valores de la Política Exterior de Colombia. Jamás aplaudir a dictadores.
La política exterior de Petro. Si revisamos el currículo de los embajadores del Presidente Petro llegamos a la misma conclusión: no son diplomáticos de carrera, sino políticos en la carrera diplomática.
El embajador de Petro en Venezuela. Armando Benedetti tampoco tiene experiencia diplomática, es un comunicador social y político. Ha sido señalado por supuesta corrupción y el Canciller Álvaro Leyva lo calificó como “drogadicto”.
El embajador de Colombia en México. En marzo pasado, el embajador Álvaro Ninco Daza le recomendó al Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dialogar con carteles “porque no hay otra opción”.
Petro debe rectificar
Fredy León Muñoz no es el embajador de Colombia sino de la dictadura de Nicaragua. El gobierno del Presidente Gustavo Petro debe desmarcarse de su defensa a la dictadura de Daniel Ortega y retractarse.
Un diplomático que represente a Colombia.
El Canciller Álvaro Leyva debe corregir y enviar a Nicaragua a un diplomático que represente los valores de Colombia, que respete la democracia, los derechos humanos y la libertad.
Es hora de actuar. El Presidente Petro no puede poner la ideología por encima de los derechos humanos. No basta con aparentar molestia, se requiere tomar acciones firmes y contundentes, más allá de la apariencia mediática. Ojalá así sea.
*El autor es periodista exiliado, exembajador de Nicaragua en la OEA y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK).