México falló en su cita con la historia. Se ausentó de la OEA, de nuevo. No quiso condenar el terrorismo de estado en Venezuela, los asesinatos, las desapariciones forzadas, ni mucho menos el fraude electoral más grande de la historia reciente en América Latina.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no solo se ausentó de la OEA, quiso sabotear la resolución. No lo logró. Solamente Bolivia, Honduras y San Vicente y las Granadinas se unieron a México en su zafarrancho antidemocrático.
Las excusas de México. En una nota de cinco párrafos, en la que rompen con el protocolo, saludando exclusivamente a la Presidencia del Consejo Permanente de la OEA y dejando fuera a Luis Almagro, México intenta justificar su repliegue ideológico. Distante de los derechos humanos, la democracia y la libertad.
AMLO suplica a la OEA que guarde silencio sobre Venezuela. “El gobierno de México considera que la Carta de la Organización ha cesado en sus efectos sobre la República Bolivariana de Venezuela, tras la materialización, en abril de 2019, de la denuncia presentada por ese país en abril de 2017”, señala la nota del país azteca.
México afirma que es ilegal que la OEA pida detener la matanza, represión y fraude electoral en Venezuela. “Ninguno de los instrumentos normativos de la OEA faculta al Consejo Permanente a considerar asuntos relacionados con estados no miembros de la Organización”.
El gobierno de AMLO no participa, ni apoya la defensa de los derechos humanos en Venezuela, prefiere mirar a otro lado. México “No participará en la sesión referida, no apoya el proyecto de resolución que ha sido presentado y se reserva el derecho a cuestionar la validez de todos los actos y decisiones derivados de ella, incluido aquellos que pudieran afectar al resto de la organización,” apunta la nota del gobierno mexicano.
El terrorismo de estado no es un invento de la OEA. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha confirmado, sin sombra de dudas, las prácticas de violencia institucional en el marco del proceso electoral en Venezuela, incluyendo represión violenta, detenciones arbitrarias y persecución política. “El régimen en el poder está sembrando terror como herramienta para silenciar a la ciudadanía y perpetuar el régimen autoritario oficialista en el poder”.
AMLO sigue esperando la resolución de los tribunales de injusticia de Nicolás Maduro. “El gobierno de México está a la espera de la resolución de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela y espera que las instituciones electorales venezolanas determinen el resultado del proceso electoral, sin interferencia externas y en paz’.
México es uno de los 21 miembros fundadores de la OEA. Históricamente ha jugado un papel protagónico en temas como democracia, libertad, seguridad y derechos humanos. Ya no más. La política exterior de AMLO prioriza la ideología pura y dura. El Grupo de Puebla pareciera haber secuestrado la Secretaría de Exteriores.
AMLO contra la OEA y la democracia. En un hecho histórico, López Obrador ha sido uno de los pocos presidentes mexicanos que ha evitado visitar la Organización de Estados Americanos y por el contrario, ha pedido eliminarla por considerarla un Ministerio de Colonias de Estados Unidos.
Afortunadamente AMLO fracasó y seguirá fracasando en su política exterior dogmática y anacrónica. Este viernes en la OEA la democracia triunfó y el hemisferio entero gritó a una sola voz: No a la dictadura y si a la democracia.
