El Presidente de El Salvador ha logrado ganar una batalla histórica y no estoy hablando de más del 84% de nacionales que votó por él. No. Bukele logró el reconocimiento total de la comunidad internacional, incluso de quienes lo criticaban duramente.
En febrero de 2021 el presidente Biden rechazó reunirse con Bukele, confirmó un reporte de la agencia AP. El mandatario devolvió el favor y en abril de ese año rechazó una cita con un alto emisario de la Casa Blanca. Las cosas han cambiado ahora.
Tras su victoria arrolladora y el aumento de la migración, Estados Unidos dio un giro de 180 grados. La administración Biden felicitó en menos de 24 horas a Bukele por su victoria aplastante y este fin de semana envió una amplia delegación de altísimo nivel a San Salvador.
Gustavo Petro también hizo las paces con Bukele. El presidente izquierdista que llamó campo de concentración nazi a la mega cárcel de El Salvador, terminó felicitando su triunfo electoral. El Canciller de Colombia, Luis Murillo, llegó a la toma de posesión con un olivo de paz.
La presencia del Rey de España fue otro símbolo importante de la relación de Bukele con la comunidad internacional y especialmente de Europa. España tuvo una comitiva amplia y de pesos pesados en la toma de posesión del fin de semana.
Vox y Donald Trump Junior en San Salvador. La derecha de España y de Estados Unidos miran y admiran a Bukele. Este es un fenómeno inédito. Centroamérica ya no es vista como una zona de guerrillas y narcotráfico sino de democracia, seguridad y valores conservadores.
Convertir a El Salvador en uno de los países más seguros de América Latina es un logro que despertó interés y críticas. Se puede cuestionar los métodos, pero no los resultados. Al final la validación la da el pueblo salvadoreño. Nadie más.
Discurso claro y anti populista. Mientras los presidentes izquierdistas prometen que todo será mejor y que aumentaran programas gratuitos, Bukele hablo claro: la economía va a mejorar, pero tenemos que tomar una medicina amarga.
Milei y Bukele una nueva tendencia internacional. Su saludo oficial era el más esperado de la ceremonia. Un evento mediático de antología. Bukele ha ganado reputación por sus logros en seguridad y Milei por sus ideas disruptivas sobre economía y libertad. Ambos trascienden fronteras.
La ausencia de los dictadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela en San Salvador fue una noticia extraordinaria. Aunque Bukele tiene una política de no injerencia, la no invitación de dictadores es un hecho positivo y elocuente. Un buen comienzo para un nuevo mandato.
Derechos humanos y democracia. Los éxitos de Bukele lo han convertido en un líder internacional sin haberlo pedido. Es por eso que la democracia y los derechos humanos en El Salvador pueden y deben mejorar. Un gran liderazgo implica una gran responsabilidad. Le deseamos éxitos.
* El autor es periodista exiliado, exembajador ante la OEA y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK).