David Beckham reveló que padece el síndrome del "nido vacío": ¿de qué se trata?

David Beckham, uno de los mejores futbolistas ingleses de la historia, reveló que padece el síndrome del nido vacío y explicó cómo lo enfrenta.
En una reciente entrevista con Men’s Health, el exfutbolista aprovechó la oportunidad para hablar sobre el cambio que ha vivido durante los últimos meses luego de que sus hijos se independizaran y comenzaran su propio camino lejos de la casa familiar.
Actualmente, David y Victoria comparten su hogar con su hija menor, Harper, de 13 años ya que sus tres hijos mayores, Brooklyn, Romeo y Cruz, ya no viven en la misma residencia.
Beckham se refirió a lo “doloroso” que fue este proceso, sin embargo, reconoció que era algo inevitable. “Pasamos de tener otras cuatro personas en casa a únicamente una”, afirmó.
La partida de sus hijos dejó un gran vacío en su hogar y a pesar de que se considera un hombre muy organizado y disciplinado, Beckham echó de menos ese caos. “Soy un maniático del orden, pero cuando tienes hijos, hay desorden”, agregó.
“Me encantaría entrar en sus habitaciones y encontrarme toallas mojadas en el suelo. Lo echo de menos”, dijo con nostalgia.
El síndrome del nido vacío le provocó una profunda tristeza. La casa, antes vibrante con la alegría y energía de sus hijos, ahora parecía vacía y silenciosa.
Pese a dicho padecimiento, Beckham reconoce que esta transición es una etapa normal en la vida familiar. Aunque es difícil, entiende que la independencia de sus hijos es un paso necesario en el crecimiento y desarrollo de la familia.
Pese a que el exfutbolista ya no vive con sus hijos, el vínculo entre ellos sigue siendo fuerte. “Mis hijos son bastante buenos. Siempre me invitan al pub cuando van con sus amigos”, comentó.
Los hijos de Beckham han crecido y siguen sus propios caminos. Brooklyn, de 26 años, está casado con Nicola Peltz.
Romeo, de 22 años, se dedica al modelaje y recientemente desfiló para Versace.
Cruz, de 20 años, se enfoca en la música, dividiendo su tiempo entre Nueva York y Los Ángeles. Aunque cada uno ha tomado su propio rumbo, el amor y la unión familiar siguen siendo fuertes.
De acuerdo con la clínica Mayo, el síndrome del “nido vacío” no es un diagnóstico clínico. Sin embarago, advierte que es un fenómeno que provoca que los padres experimenten sentimientos de tristeza y pérdida cuando el último hijo sale de casa, por lo que en una gran parte de las ocasiones, terminan separándose.
"Generalmente se presenta como una depresión, cuyas consecuencias se hacen sentir en el plano psíquico y también en el físico", señala la doctora doctora Adela Herrera, geriatra de Clínica Las Condes.