Sainte-Chapelle: uno de los más bellos rincones de París
Dicen que la luz divina, la luz de Dios, es la que entra a través de los 1.113 vitrales de Sainte-Chapelle.
En ellos se plasman escenas bíblicas que van desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
Los mosaicos del coro acogen el ciclo profético de los libros de Daniel, San Juan Bautista, Ezequiel e Isaías.
En parte de los vitrales centrales, también está plasmada la pasión de Cristo.
Construida en 1248, la Sainte-Chapelle estaba destinada a albergar la Corona de Espinas y otras reliquias de la Pasión, adquiridas por Luis IX en 1239 y desaparecidas durante la Revolución Francesa, y que ahora reposan en Notre-Dame.
La capilla inferior está dedicada a la Virgen María y en ella se erige la estatua de Saint Luis, rey de Francia, canonizado por el Papa Bonifacio en 1297.
Las flores de liz están presentes en esta capilla considerada uno de los más bellos rincones de París.