Rusia se mantiene lejos de atacar las costas ucranianas pese a su control en el mar Negro
Rusia tiene el control en el mar Negro, pero no puede aspirar a lanzar una operación para ampararse de lo que queda de las costas ucranianas, ya que Kiev puede compensar la falta de una flota con misiles.
El mar Negro, es para los rusos, desde el inicio de la guerra "como su 'Mare Nostrum'", explica el capitán Eric Lavault, portavoz de la marina francesa. Pese a que todos los otros países del litoral son miembros de la OTAN o aspiran a serlo algún día.
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Según los servicios de inteligencia británicos, en este mar los rusos tienen una veintena de buques. Los dos estrechos de salida de esta cuenca, el Bósforo y los Dardanelos, están sellados desde finales de febrero por Turquía, en virtud de la convención de Montreux de 1936.
Otro elemento que reafirma la posición de los rusos es la reciente toma de la ciudad portuaria de Mariúpol y que su dominio total del litoral del mar de Azov al noreste les permite alimentar "con una cadena logística muy directa" a unidades de combatientes en el Donbás desde el puerto de Novorosíisk, señaló Lavault.
Sin embargo, el hundimiento del buque insignia Moskva el 13 de abril, que Kiev reivindica, creó una zona de incertidumbre sobre su capacidad en lo que queda de sus costas, que a falta de una marina, puede apoyarse en las baterías de misiles Neptune o Harpoon donados por el Reino Unido.
"Esta zona representa una amenaza que los rusos deben tomar en cuenta", revela Igor Delanoë, director adjunto del Observatorio franco-ruso y especialista en la marina rusa.