Reino Unido busca cómo llevar adelante controvertidas expulsiones de migrantes a Ruanda
El Reino Unido prometió el miércoles que continuará con su controvertida política de deportación de solicitantes de asilo a Ruanda después de que un primer vuelo fuera cancelado tras una sentencia judicial, en un embarazoso golpe para el gobierno del primer ministro Boris Johnson.
El número de personas que debían embarcarse en el vuelo el martes se redujo de los 130 iniciales a siete y finalmente a ninguno tras una orden de última hora del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
La ministra de Interior británica, Priti Patel, se mostró decepcionada por el hecho de que "la impugnación legal y las reclamaciones de última hora" impidieran el despegue del avión, pero insistió en que el programa, muy criticado, seguiría adelante.
"No nos dejaremos disuadir", dijo en un comunicado. "Nuestro equipo legal está revisando cada decisión tomada en este vuelo y la preparación para el próximo vuelo comienza ahora".
De interés: Jefe de la OTAN asegura que Ucrania requiere "más armas pesadas"
La inmovilización se produjo después de que el TEDH dictaminara que al menos uno de los solicitantes de asilo debía permanecer en Gran Bretaña, ya que no había garantías para su futuro legal en Ruanda, un país de África Oriental situado a miles de kilómetros de distancia.
Patel calificó la intervención del TEDH de "muy sorprendente" y prometió que "muchos de los expulsados de este vuelo serán colocados en el siguiente".
Ruanda también dijo que seguía comprometida a acoger a los solicitantes de asilo en virtud del acuerdo de abril, que ha sido objeto de críticas por parte de la ONU, grupos de derechos y líderes religiosos.
"No nos desaniman estos acontecimientos", declaró a la AFP la portavoz del gobierno, Yolande Makolo. "Ruanda está preparada para recibir a los migrantes cuando lleguen y ofrecerles seguridad y oportunidades en nuestro país".
La cancelación del vuelo es una vergüenza para el gobierno conservador de Johnson, después de que la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, insistiera en que el avión con destino a Kigali saldría sin importar el número de personas a bordo.
Pero el TEDH dictó una medida cautelar urgente para impedir la deportación de un hombre iraquí reservado en el vuelo, ya que podría haber sido torturado y su solicitud de asilo no estaba completa.
El tribunal, con sede en Estrasburgo, dijo que la expulsión debe esperar hasta que los tribunales británicos tomen una decisión final sobre la legalidad de la política, fijada para julio.
Periódicos británicos de todo el espectro político expresaron su indignación por el revés de última hora y la gestión del gobierno en este asunto.
Los conservadores Daily Mail y Daily Express culparon a los "jueces entrometidos de Estrasburgo", expresando su enfado por lo que calificaron de "abuso del sistema legal".
Por su parte, el Daily Mirror, de tendencia izquierdista, criticó la "cruel farsa" del gobierno y el "caos" que había provocado la política.