Estas fueron las difíciles condiciones que enfrentaron los cuatro niños perdidos en la selva colombiana
El hallazgo de cuatro niños en el Guaviare, que habían desaparecido desde el pasado 1 de mayo, ha llenado de emoción a Colombia y al mundo. Después de 40 días, los menores fueron encontrados en lo que se considera un verdadero milagro, pues lograron sobrevivir a las difíciles condiciones de la selva.
La situación se generó a raíz de que la avioneta Cessna 206 de matrícula HK 2803, en la que viajaban junto a tres personas más que fallecieron, se estrelló en la zona selvática del departamento de Guaviare.
Según mostró el cuerpo castrense en imágenes, la avioneta se encontraba totalmente destrozada y cerca al siniestro estaban los cuerpos de Herman Mendoza, el piloto, Hernando Murcia Morales y Magdalena Mucutuy, madre de los niños perdidos.
“Por el estado de estos elementos, los menores habrían estado allí entre el 3 y 8 de mayo aproximadamente, lo que permite deducir que existe la posibilidad de que los cuatro niños hayan salido con vida del accidente”, informó inicialmente el Ejército.
En ese sentido, Lesly Mucutuy, de 13 años; Soleiny Mucutuy de nueve; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de cuatro, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, bebé de un año fueron encontrados con vida por los uniformados y los indígenas que estaban apoyando el operativo de búsqueda y rescate.
Un helicóptero sobrevoló la demarcación en la que los niños fueron atendidos por un grupo de paramédicos.
Luego de esta travesía de 40 días se han dado a conocer las difíciles condiciones que enfrentaron los cuatro niños perdidos en la selva colombiana.
Según reportes oficiales, los niños estarían algo deshidratados y afectados por algunas picaduras de insectos.
Asimismo, los menores tuvieron que buscar refugio dadas las condiciones climáticas, pues cabe precisar que tuvieron que lidiar con al menos 17 días de lluvia incesante y noches extremadamente frías.
Una situación que preocupaba a las autoridades era la falta de suministros y recursos básicos que tenían los niños.
De hecho, es sabido que la selva del Guaviare es un lugar remoto y alejado de la civilización. Por ende, aquellos que se extravían pueden enfrentarse a la escasez de agua potable, alimentos y cobijo.
Lagunas y acantilados también formaron parte de los peligros que sorteaban la vida de los cuatro hermanos.
Además de los riesgos físicos, también existen los contratiempos psicológicos al perderse en la selva, entre los que destacan la sensación de desorientación, el aislamiento y la incertidumbre, tres dificultades que pueden provocar estrés, ansiedad y depresión.
Entre los animales más peligrosos que se encuentran en esta zona resaltan el conocido tigrillo y el jaguar, además de enfermedades propias de la selva como la leishmaniasis, el dengue y la malaria, entre muchas otras.
Las pistas jugaron un rol importante en la llamada “Operación Esperanza” y los objetos hallados avivaron la fe de los familiares, militares, cuerpos socorristas y gobierno nacional, trazando con ello el milagroso desenlace.
Así fue la búsqueda que adelantaron las Fuerzas Militares:
