Culminó la VII cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (CELAC)
La noticia, las fuertes y disonantes voces que durante la séptima cumbre de la CELAC celebrada en Buenos Aires, Argentina cuestionaron las contradicciones del mecanismo regional, que, pese a que promueve como uno de sus principios la integración política con base en la democracia, acoge al mismo tiempo, a regímenes dictatoriales.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou criticó duramente al mandatario argentino Alberto Fernández, anfitrión de la cumbre, por haber invitado a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Previamente, Fernández había hecho una vehemente defensa de estos regímenes encabezados por Miguel Diaz-Canel, Daniel Ortega y Nicolás Maduro. Aunque Maduro no asistió presencialmente, Venezuela fue tema de discusión.
Al mismo tiempo, el presidente de Paraguay, Abdo Benítez, llamó la atención sobre la crisis y el éxodo de más de 7 millones de personas del país bolivariano.
El mandatario colombiano Gustavo Petro insistió en la necesidad de que Venezuela regrese al sistema interamericano de derechos humanos y además en un claro respaldo al dictador venezolano, señaló que la recompensa que ofrece el departamento de estado de 15 millones de dólares por Nicolás Maduro, impide según él, avanzar en un proceso electoral con garantías.
¿Qué puede esperar la región de este mecanismo? ¿Cómo vencer la "tentación ideológica" en foros internacionales, que advirtió ante sus homólogos el presidente de Uruguay? Lo analizamos junto a Guillermo Cochez, analista político, columnista y exembajador de Panamá ante la Organización de Estados Americanos, Pablo Lacoste, analista internacional y docente de la universidad de Santiago de Chile y Guillermo Fernández de Soto, presidente del consejo colombiano de relaciones internacionales, exembajador ante las naciones unidas, y excanciller de Colombia.