Bulgaria elige presidente con la esperanza de superar crisis política
Los búlgaros votaban este domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en la que se enfrentan el presidente saliente, Rumen Radev, y el académico Anastas Gerjikov, con la esperanza de formar un nuevo gobierno que ponga fin a la peor crisis política en el país desde el fin del comunismo.
Los centros de votación abrieron a las 05H00 GMT y cerrarán a las 18H00 GMT. Inmediatamente después se darán a conocer las primeras estimaciones.
La elección se celebra en medio de la ola más mortífera de la pandemia de covid-19, en un país que tiene la tasa de vacunación anticovid más baja de la UE (menos del 25% de los 6,9 millones de habitantes están vacunados), uno de los índices de mortalidad de coronavirus más altos del mundo y los hospitales desbordados.
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La primera vuelta tuvo lugar el fin de semana pasado, al mismo tiempo que las elecciones legisaltivas, sin que ningún candidato obtuviera la mayoría absoluta.
Radev fue el más votado en la primera ronda, con el 49% de los votos, pero los analistas dicen que la apatía lo podría afectar en el balotaje, luego de que solo 40% de los electores votaron la semana pasada.
El país está bajo un Ejecutivo interino desde abril, y las elecciones de julio no lograron definir un gobierno alternativo tras los 10 años de mando del primer ministro conservador Boyko Borisov.
Radev, un expiloto y alto mando de la fuerza aérea de 58 años, fue respaldado por los socialistas en su primer quinquenio en el cargo pero esta vez participa como independiente, y es el político con mayor aprobación en Bulgaria.
Lo apoya una amplia coalición que incluye a Continuamos el Cambio, cuyos fundadores Kiril Petkov y Assen Vassilev, ambos graduados de Harvard, fueron ministros en el primer gobierno interino, designado por Radev en mayo.
Su rival, el rector de la Universidad de Sofía, Anastas Gerdjikov, de 58 años, es un independiente apoyado por el conservador partido GERB, de Borisov, y alcanzó apenas 23% de los votos en la primera fase.
- Estancamiento -
El partido anticorrupción "Continuamos el Cambio", inesperado ganador de las terceras elecciones parlamentarias celebradas en un año, espera encontrar aliados para formar un gobierno que ponga fin al estancamiento de seis meses.
La crisis gubernamental se dio en medio del azote de la pandemia del covid-19 en el país más pobre de la Unión Europea (UE).
Bulgaria tiene un sistema parlamentario y su presidente cumple una función en gran parte ceremonia como jefe de Estado y comandante en jefe de las fuerzas armadas.
Por ello, el resultado de la elección presidencial no afectará las negociaciones para formar un gobierno de coalición. El ganador será investido en enero.
Incluso si pierde el domingo, Radev deberá conversar con los partidos políticos en cuanto el nuevo parlamento asuma funciones, y otorgará a Continuamos el Cambio el primer mandato de formar gobierno.
"El domingo, vote por el presidente que inició el cambio", urgió Petkov esta semana en un mensaje por video.
- Un "choque" -
Radev apoyó las protestas anticorrupción del verano pasado contra Borisov, gritando "¡fuera mafia!" con el puño en alto mientras acompañó brevemente a la multitud.
"Este voto es un choque entre dos visiones: la suave tolerancia de la corrupción y la oposición firme a un modelo de gobierno que usa el poder público para fines privados", escribió en su blog Antoniy Todorov, profesor de Ciencias Políticas en la Nueva Universidad Búlgara.
Tras los dos fallidos intentos de formar gobierno en abril y julio, Radev designó dos administraciones interinas que fueron criticadas duramente por su mal manejo de la pandemia del coronavirus.
El país ha luchado por distribuir las vacunas anticovid en medio de un fuerte sentimiento de rechazo y la proliferación de noticias falsas.
Sin embargo, los gobiernos interinos fueron reconocidos por revelar casos de corrupción, fraude y malos manejos bajo Borisov, lo que habría favorecido a Radev, según el analista de Gallup, Svetlin Tachev.
El presidente era llamado el "general rojo" por sus adversarios, dadas sus opiniones pro-Rusia, llegando a defender la ocupación rusa de Crimea.
Pero sus opiniones cambiaron hacia el final de su mandato y "ya no es considerado un hombre de Moscú", según el analista Parvan Simeonov, de Gallup.
Redacción NTN24 / Información AFP