Claves para entender la detención del excongresista David Rivera y su vínculo con Venezuela
El excongresista de Miami por el partido Republicano, David Rivera (57), es un cubanoamericano dueño de la empresa Interamerican Consulting, quien en 2017 fue contratado como consultor por la filial de PDV en Estados Unidos.
El acuerdo que buscaba desarrollar estrategias que mejoraran la reputación y el posicionamiento de Pdvsa en EE. UU., fue pactado por un total de 50 millones dólares y tuvo un adelanto de 15 millones de dólares.
Rivera contó con el dueño de Globovisión y ahora prófugo de la justicia estadounidense, Raúl Gorrín, como socio, en la labor de hacer lobby a favor de Nicolás Maduro frente a las políticas del entonces presidente Donald Trump. Sin embargo, el trabajo supuestamente, no fue realizado y la filial de PDV-USA lo demandó.
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Con la llegada de la administración de Juan Guaidó, se nombró un nuevo equipo directivo de PDV en Estados Unidos, que inició una auditoría realizada a Citgo y dio lugar a la demanda.
El republicano dio 3,75 millones de dólares a una empresa de Yates en Florida, propiedad de Gorrín, por ello, también se le acusa de dar parte del dinero a un “narcotraficante convicto”.
Por otra parte, las autoridades federales lo investigan por no registrarse como agente extranjero “por su trabajo como consultor del gobierno venezolano”, pero Rivera alega que no violó la ley, puesto que PDV-USA está registrada en su país.
Entre las principales metas que debían cumplir, estaba lograr una reunión entre el canciller de Venezuela y la directiva de Exxon.
El político estadounidense quería contrademandar, pues alega que le deben 30 millones de dólares y que la primera parte del pago se usó supuestamente para financiar las protestas de 2017.
La evidencia contiene 18.000 mensajes de texto y de WhatsApp correspondientes al teléfono de Rivera.