¿Qué es la felicidad y qué podemos hacer para conseguirla?
Alcanzar ese bienestar emocional que es la felicidad depende enormemente de los objetivos y gustos de cada uno. Sin embargo, décadas de investigaciones nos ofrecen algunas ideas generales.
La universidad de Harvard analizó, durante más de 85 años, las vidas de unas 2.000 personas pertenecientes a 4 generaciones. Su conclusión principal es que la felicidad humana no tiene nada que ver con el dinero, con el trabajo ni con nuestra apariencia física, sino con las buenas relaciones interpersonales, cultivadas a lo largo de la vida.
Además, el científico de datos Seth Stephens Davidowitz añade que no destinamos suficiente tiempo a actividades que pueden contribuir a la felicidad, como estar en la naturaleza.
“Pasamos demasiado tiempo en las ciudades. Trabajamos demasiado duro, aunque la única cosa más miserable que el trabajo es estar enfermo en la cama. Y pasamos demasiado tiempo en redes sociales, cuando hay cada vez más evidencia de que las redes sociales nos hacen miserables”, comenta el experto.
¿Dónde están las personas más felices?
La felicidad varía significativamente entre países. Varios estudios indican que las naciones más ricas, por ejemplo, tienden a posicionarse entre las más felices.
Pero en esos estudios existen contradicciones importantes: es el caso de Finlandia, que aunque cuenta con una de las tasas de suicidio más altas del mundo, ha sido catalogado durante años como el “país más feliz”, según el Índice Global de la Felicidad.
Una explicación es que, a pesar de que los finlandeses reportan estar satisfechos en múltiples aspectos de sus vidas, los largos y oscuros inviernos del país contribuyen al aumento de la depresión, que además está muy estigmatizada.
Investigaciones recientes indican que los rankings de felicidad en realidad no son del todo acertados. Pues miden la felicidad utilizando un solo método para todos los países, sin considerar diferencias culturales.
¿Influye la edad en la felicidad?
Las personas que reportan sentirse más infelices tienen aproximadamente la misma edad: 50 años. Según el autor Jonathan Rauch, esto tiene una explicación: a medida que vamos envejeciendo, hay un descenso gradual en el nivel de satisfacción que sentimos con la vida, que alcanza su punto más bajo alrededor de esa edad. La buena noticia es que los datos sugieren que las personas se vuelven a sentir más felices pasados los 50.