En la Eurocopa el partido del susto de Eriksen "nunca será olvidado"
Falta poco para las 20h00 locales y el clamor llega: el estadio de Copenhague acaba de conocer que Christian Eriksen está "consciente y en estado estable". Suspiros de alivio. Hasta entonces, los daneses, especialmente los 16.000 hinchas presentes en el lugar, vivieron con gran angustia el desvanecimiento del futbolista en el césped, temiendo un fatal desenlace.
"Podía verle cuando le hacían un masaje cardíaco y todo el mundo decía que no podía ver eso, yo también me lo decía", cuenta a la AFP Rasmus Ottosen, un danés de 34 años.
Eriksen "es un tesoro nacional, es como tu mejor amigo", explica.
Junto a otros hinchas, prefirió abandonar las tribunas en el momento en el que todos temían lo peor, cuando el jugador del Inter permaneció inmóvil durante varios minutos en el terreno de juego del estadio Parken, donde se desplomó en el minuto 43.
Las primeras miradas perdidas de los jugadores transmitían todavía más inquietud y un silencio helador invadió todo el estadio. Para proteger a su compañero, los jugadores daneses formaron un círculo alrededor de los equipos de socorro, pero se pudo ver el rostro de Eriksen y luego el masaje cardíaco realizado para salvarle.
"Mi esposa me dijo que se veía la muerte en sus ojos", explica Benny, un aficionado en la cincuentena, que hasta ese momento estaba feliz por haber conseguido una de las entradas para poder ver el estreno danés en esta Eurocopa, pese a las restricciones de aforo por la pandemia.
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Comprendiendo la gravedad de la situación, las cámaras ampliaron el campo para no entrar en el detalle. Los 'pétreos' Christensen, Delaney y Wass se secaban las lágrimas con su camiseta.
Después de unos quince minutos de angustia, Eriksen fue finalmente evacuado y conducido de urgencia al vecino hospital Rigshospitalet. Se le veía ya entonces moverse un poco, llevarse las manos a la cabeza, algo que supuso una dosis importante de esperanza.
"Mi madre murió hace cinco años y no lloré tanto como cuando Eriksen fue sacado del césped", afirmó a la AFP Mikka, un aficionado finlandés, a su salida del estadio.
Tanto él como sus compañeros gritaban "¡Christian!" y los aficionados daneses respondían "¡Eriksen!", en un bonita escena de unión en una Eurocopa que bordeó el drama.
"Ha sido un shock nacional, que se ha convertido en un alivio nacional", resumió la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en las redes sociales. "Rara vez que hayamos ganado o perdido un partido me ha parecido tan poco importante", apuntó.
"El partido de esta noche nunca será olvidado", afirmó el ministro danés de Relaciones Exteriores, Jeppe Kofod, justo después del partido, para resumir el sentimiento general. Agradeció también a los finlandeses su sensibilidad y su 'fair play'.
"Ha sido un partido diferente para todos los aficionados daneses, uno de los que uno se acordará siempre", dice Rasmus, de unos cuarenta años, al salir del estadio.
El partido fue reanudado a las 20h30 locales (18h30 GMT) para llegar a término. Los daneses querían jugar el encuentro "por él", para contárselo después, explicó Peter Moeller, un responsable de la Federación Danesa de Fútbol.
Cuando Finlandia marcó, el silencio volvió a adueñarse del Parken Stadion. El penal fallado por Dinamarca confirmó que no era el mejor sábado para el equipo local y los visitantes vencieron 1 a 0.
"Estoy un poco decepcionado por la UEFA. Creo que el partido no debería haberse reanudado nunca", estimó Peter, con su camiseta roja y blanca, los colores de Dinamarca.
REDACCIÓN AFP