Cohete de la compañía japonesa Space One explotó en el aire segundos después de realizar el despegue
Un duro golpe para la ciencia aeroespacial ocurrió este miércoles cuando el cohete de la empresa japonesa Space One, Kairos, que aspiraba en poner un satélite en órbita, explotó a segundos después de haber iniciado su despegue.
El objetivo de esta misión era colocar en órbita un satélite del gobierno japonés, algo inédito para la industria privada aeroespacial del país.
El cohete "Kairos", de 18 metros de altura, despegó a las 11:00 am (hora local) desde el centro de lanzamiento de Space One, ubicado en la península de Kii, una zona montañosa y boscosa en la prefectura de Wakayama.
Sin embargo, lo que se suponía tenía que ser todo un éxito para la compañía japonesa resultó siendo un fracaso luego de que el cohete se convirtiera en una bola de fuego a segundos del despegue.
La bola de fuego y una espesa humareda envolvió la instalación, con restos del aparato cayendo por las pendientes de las colinas de alrededor, según imágenes divulgadas en vivo.
Space One expresó por medio de un comunicado que había decidido "anular el vuelo" y que abrió una investigación de lo sucedido.
"Queremos aceptar este resultado con visión de futuro y emprender nuestro próximo desafío", declaró a periodistas el presidente de la empresa, Masakazu Toyoda. Insistió en que Space One no utiliza la palabra "fracaso".
La compañía expresó que desea poder "contribuir con la expansión de los servicios espaciales" mediante lanzamientos satelitales exitosos con sus cohetes.
Escombros en llamas cayeron en los alrededores, donde se activaron los rociadores de agua, en escenas dramáticas vistas por cientos de espectadores que llegaron a las áreas de observación pública.
Empresas privadas como Space One desempeñan un papel de importancia creciente en la exploración espacial mundial.
En febrero, una empresa de Houston posó la primera nave espacial estadounidense en la Luna en más de 50 años, y la NASA depende cada vez más de los cohetes fabricados por SpaceX, de Elon Musk.
Pero abundan los fracasos. El año pasado, otra empresa emergente japonesa, Ispace, intentó en vano convertirse en la primera compañía privada en posar en la Luna, sin embargo, la empresa informó que perdió el contacto con su nave en lo que calificó como un "aterrizaje forzoso".
Space One fue fundada en Tokio en 2018 y cuenta con la participación de empresas niponas como la firma de fotografía Canon Electronics, así como también la constructora Shimuzu, además de varios de los grupos financieros nacionales más importantes del país.