Panamá asegura que Nicaragua dejó vencer el salvoconducto de Martinelli y denuncia la falta de cooperación del régimen de Daniel Ortega
El gobierno de Panamá informó este viernes que a la medianoche del jueves venció el salvoconducto que otorgó al expresidente Ricardo Martinelli para que viajara a su asilo en Nicaragua, sin que el gobierno de Daniel Ortega aceptara recibirlo por considerar que se trata de una “emboscada”.
La Cancillería detalló que el gobierno de Nicaragua no dio "respuesta" sobre la "aceptación" del salvoconducto concedido a Martinelli el pasado 27 de marzo, y que antes de expirar el pasado lunes había sido prorrogado hasta este jueves, sin nueva ampliación.
Sin embargo, indicaron que el fin del salvoconducto "no afecta el reconocimiento del asilo diplomático" que le fue concedido al exmandatario panameño.
El magnate de 73 años que gobernó Panamá de 2009 a 2014 tenía previsto salir antes de la medianoche de este lunes, cuando vencía el salvoconducto, de la embajada de Nicaragua, donde se refugió el 7 de febrero de 2024 para eludir una condena casi 11 años de cárcel por lavado de dinero.
Cuatro horas antes de que expirara el permiso, el gobierno panameño amplió su vigencia hasta el jueves para superar la crisis diplomática desatada con Nicaragua. Aseguró que la alerta roja pedida por la jueza que condenó a Martinelli "fue rechazada por improcedente" por ser un asilado.
La polémica estalló el domingo cuando la Policía de Panamá reveló que había en trámite "una alerta de Interpol", pero luego la misma institución y el gobierno señalaron que prevalecía el salvoconducto por la condición de asilado que le dio Nicaragua.
"Mientras ellos no resuelvan esta incongruencia, no podemos (...) aceptar lo que consideramos una emboscada" contra Martinelli y el Estado nicaragüense, afirmó no obstante Murillo.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, es amigo de Martinelli pero se ha quejado del activismo político que ha mantenido el asilado desde su refugio. El jueves le concedió el salvoconducto por razones "humanitarias" para que atienda problemas de salud, dijo.
En sus redes sociales, el exgobernante y dueño de una cadena de supermercados, se despidió el fin de semana de sus seguidores y reiteró que es "inocente" y víctima de "persecución política".
Se lo halló culpable en 2023 de utilizar fondos públicos para adquirir un grupo de medios de comunicación. También está imputado, en un juicio programado para noviembre, por el escándalo de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Cuando se asiló, Martinelli era favorito para ganar un segundo mandato en los comicios de mayo de 2024, pero la justicia lo inhabilitó políticamente y designó en su lugar como candidato a Mulino, ministro de Seguridad en su gobierno.
Desde la embajada hizo campaña electoral en favor de Mulino, que ganó impulsado por la popularidad que tiene Martinelli en un sector de la población que le atribuye un auge económico durante los años en que gobernó.