Israel inició la evacuación de más de 100.000 personas de Rafah en Gaza tras advertir que lanzará una gran ofensiva
El Ejército de Israel comenzó este lunes a evacuar a alrededor 100.000 personas del este de Rafah, en el sur de Gaza, tras advertir durante las últimas semanas que lanzará una gran ofensiva.
De acuerdo con el ejército, se inició "una operación de alcance limitado para evacuar temporalmente a los residentes en la parte oriental de Rafah".
"La estimación es de unas 100.000 personas", afirmó un vocero militar cuando se le preguntó por la cantidad de personas que estaban siendo evacuadas de esta ciudad fronteriza con Egipto.
Asimismo, instó a la población del este de Rafah a "desplazarse hacia las zonas humanitarias ampliadas".
El Ejército declaró que amplió "la zona humanitaria a Al Mawasi", una localidad situada sobre la costa a unos diez kilómetros de Rafah.
En Al Mawasi hay instalados "hospitales de campaña, tiendas de campaña y alimentos, agua, medicinas y otros artículos", indicó el comunicado del Ejército.
El fin de semana, quedaron en evidencia las diferencias entre Israel y el grupo terrorista Hamás para un acuerdo que permita un cese el fuego de los combates tras casi siete meses de guerra en Gaza, durante las conversaciones en El Cairo.
Catar, Egipto, Estados Unidos están mediando desde hace meses para lograr una tregua que permita la liberación de rehenes israelíes cautivos en Gaza y este lunes está previsto que continúen las conversaciones en Doha, donde se espera la llegada del jefe de los servicios de inteligencia estadounidenses, William Burns.
El ciclo de conversaciones celebradas el fin de semana terminaron sin avances concretos y ambos bandos acusaron al otro de intransigencia.
Hamás continúa insistiendo en que un cese el fuego debe ser definitivo e Israel mantiene su promesa de aniquilar al grupo terrorista, que el 7 de octubre lanzó un ataque sin precedentes en territorio israelí.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había prometido una invasión a Rafah, con o sin tregua, pese a las preocupaciones expresadas por Estados Unidos, su principal aliado, y por la comunidad internacional sobre el destino de los civiles refugiados en esta localidad.
Además, afirmó el domingo que, aceptar las "exigencias" de Hamás para poner fin a la guerra en Gaza sería "una terrible derrota para el Estado de Israel" y equivaldría a "rendirse".
Por su parte, el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, acusó a Netanyahu de "sabotear los esfuerzos de los mediadores".