Dictan más de 17 años de prisión al ‘Gordo Matías’: Mantuvo en cautiverio a una mujer durante 31 años
Matías Enrique Salazar Moure, también conocido como el monstruo de Aragua o el ‘Gordo Matías’, es el hombre que mantuvo en cautiverio a tres mujeres por 32, 31 y 23 años en varios inmuebles en el centro de Venezuela. En 2020, una de las víctimas logró escapar y denunciarlo, destapando toda una historia de terror.
Tras la denuncia de Morella León López, se logró la captura del ‘Gordo Matías’ el 27 de enero de 2020. Estuvo en cautiverio, durante 31 años, en varios inmuebles de la ciudad de Maracay donde asegura fue víctima de violencia sexual, física y psicológica.
"No podía ver la luz del día ni asomarse a la ventana. Estuvo más de tres décadas en la oscuridad, oyendo la radio y viendo canales regionales en la televisión", señala una entrevista exclusiva a Crónica Uno.
Tras una larga batalla legal, este martes, Matías Salazar Moure fue condenado por violencia sexual, violencia psicológica y amenaza. Y fue absuelto por el delito de esclavitud sexual, por falta de elementos probatorios, según reseñó la periodista Yohana Marra.
Morella inició su noviazgo con Mathías cuando tenía 17 años y él 23, pese a que su familia no lo quería porque ya se había mostrado agresivo. Un año después el hombre le propuso irse de Valencia con la excusa de “luchar por su amor”.
Detalló que durante todo ese tiempo vivió sola, encerrada y privada de agua, electricidad y alimentos. Su captor la visitaba para darle de comer arroz, huevos o lentejas, para posteriormente abusar sexualmente de ella, amenazarla o propinarle severas golpizas.
La segunda víctima la raptó hace 23 años, usó un arma de fuego para someterla. La mujer quedó embarazada de una niña, que actualmente tiene 20 años.
La joven, se convirtió en tercera víctima del ‘Gordo Matías’, quien era custodiada por él al entrar y salir del colegio. No la dejaba tener amistades ni salir de su casa y lo describió como un hombre agresivo. Actualmente, la muchacha es estudiante universitaria.
