Chile construirá una cárcel de alta de seguridad, pero no será como la de Bukele en El Salvador
El gobierno de Gabriel Boric en Chile anunció este jueves la construcción de su segunda cárcel de alta seguridad como parte de una nueva estrategia contra el crimen organizado, tras una inusual ola de violencia que desde el fin de semana deja 16 muertos sólo en la capital Santiago.
"He instruido la construcción de un nuevo recinto especial de alta y máxima seguridad que permitirá el control efectivo de los criminales líderes de las bandas organizadas", dijo el presidente Gabriel Boric.
Con un costo de casi 100 millones de dólares, el nuevo presidio albergará a 500 reclusos y se levantará la Región Metropolitana de Santiago, azotada por un brote de inseguridad que las autoridades vinculan con el crimen organizado.
El gobierno enviará en los próximos días un proyecto al Congreso para acelerar la construcción del nuevo penal, cuya vigilancia estará a cargo de una fuerza especializada de gendarmes.
Aunque Chile es uno de los países más seguros de América Latina -la región con la tasa de homicidios más alta en el mundo según la ONU-, estudios de opinión ubican la inseguridad como la principal preocupación de sus ciudadanos.
Esto a raíz del incremento de delitos violentos que involucran a bandas como el Tren de Aragua, de origen venezolano y cuyas acciones -asesinatos y extorsiones principalmente- se han extendido a varios países.
Boric decidió endurecer la política anticrimen tras una serie de homicidios que estremecieron a Santiago entre el viernes y martes.
Solo en un tiroteo murieron cuatro hombres y una mujer, y seis personas resultaron heridas -al parecer todos extranjeros-, que participaban en una fiesta en las afueras de la capital.
Ante la presión que enfrenta por el aumento de la criminalidad, Boric decidió suspender su asistencia a la inauguración de los Juegos Olímpicos de París el 26 de julio.
Durante el anuncio de su nueva estrategia, el mandatario sostuvo que no permitirá "lo que ha sucedido en otros países, en donde el crimen organizado se ha tomado las cárceles sin control del Estado".
"En Chile eso no va a suceder", remarcó.
Sin embargo, su ministra del Interior, Carolina Tohá, aclaró que no "seguirá el modelo" de El Salvador, donde decenas de miles de presos están recluidos en una megacárcel bajo la vigilancia de policías y militares.
“Nuestro modelo no es el modelo salvadoreño, pero es el modelo de alta seguridad que está internacionalmente validado y que creemos que nos puede dar mejores resultados”, expresó la funcionaria.