Caso Emanuela Orlandi: papa Francisco defiende a San Juan Pablo II de “acusaciones ofensivas e infundadas”
Emanuela Orlandi fue una adolescente de 15 años que desapareció en la ciudad del Vaticano, el 22 de junio de 1983. Tras su repentina esfumación, su caso fue considerado como un secuestro cuyo motivo nunca tuvo una resolución judicial.
Han transcurrido 40 años de uno de los episodios que ha manchado la historia contemporánea de la Santa Sede, y pese a las dificultades, la familia de la joven continúa armando el rompecabezas del caso para poner punto final a su sufrimiento.
Emanuela, desaparecida al salir de una clase de música a la que solía ir, cerca de Piazza Navona, tiene su propia serie documental en la plataforma Netflix; material audiovisual titulado “Vatican Girl”, (La chica del Vaticano), que narra la historia del misterioso hecho.
De nuevo, el caso ha generado zozobra en los sacros palacios, ya que Pietro Orlandi, el hermano de la chica, sostuvo recientemente que la muchacha pudo haber sido víctima del propio Juan Pablo II (sumo pontífice desde 1978 hasta 2005).
En ese sentido, Pietro, quien exige justicia desde hace cuatro décadas, asomó la posibilidad de que el polaco, Karol Wojtyła (Juan Pablo II) estaría involucrado en el presunto caso de pedofilia de Emanuela Orlandi.
El hermano de la niña desaparecida, insinuó la semana pasada en un programa de televisión italiano, que “Juan Pablo II salió en secreto del Vaticano por la noche para tener comportamientos inapropiados”.
Al respecto, el Papa Francisco defendió, este domingo, la memoria de San Juan Pablo II, afirmando que este viene siendo objeto de acusaciones “ofensivas e infundadas” en los últimos días.
“Seguro de interpretar los sentimientos de los fieles de todo el mundo, dirijo un pensamiento agradecido a la memoria de san Juan Pablo II, objeto de acusaciones ofensivas e infundadas en los últimos días”, mencionó Francisco.
Por su parte, el Cardenal Stanisław Dziwisz, quien fue secretario personal de Juan Pablo II en aquel momento, salió en defensa del otrora máximo jerarca de la Iglesia católica, calificando las declaraciones de Pietro de “temerarias”.