Biden acusó a China de dar la espalda al "gigantesco" problema climático
El presidente estadounidense Joe Biden acusó el martes a China de dar la espalda al "gigantesco" problema del cambio climático en la COP26, marcada por una importante promesa global de producir menos metano que no incluye al primer emisor mundial.
En el tercer día de la conferencia climática de la ONU, los líderes de un centenar de países, invitados a participar con la esperanza de que su presencia propulse un diálogo posterior que se anuncia arduo, acordaron recortar en un 30% en 2030 sus emisiones de este potente gas de efecto invernadero.
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Pero esto no incluye a China, Rusia ni India, tres de los cinco mayores emisores del planeta. Y los presidentes de los dos primeros países, Xi Jinping y Vladimir Putin, que previamente habían rehuido la cumbre del G20 en Roma, ni siquiera viajaron a la ciudad escocesa de Glasgow.
"Creo que ha sido un gran error, francamente, que China no se presentase", consideró Biden en rueda de prensa, acusándola de "dar la espalda" al "gigantesco" problema que enfrenta el planeta.
Iniciativa sobre el metano
El metano (CH4) tiene un efecto invernadero 80 veces más potente que el CO2 y sus fuentes, como las minas de carbón a cielo abierto y el ganado, han recibido relativamente poca atención hasta ahora.
"Es uno de los gases que podemos reducir más rápidamente", subrayó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, recordando que este es responsable de "cerca del 30%" del calentamiento global acumulado desde la revolución industrial.
El compromiso fue firmado por un centenar de naciones, encabezadas por Estados Unidos y la Unión Europea. Pero pese a la inclusión de grandes productores de vacuno como Brasil y Argentina, solo representan un 40% de las emisiones mundiales de metano.
"El anuncio de hoy no alcanza la reducción del 45% que, según la ONU, es necesaria para mantener el calentamiento global por debajo de +1,5ºC", lamentó Murray Worthy, responsable de la oenegé Global Witness.
Argentina se sumó a la promesa enfatizando "el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas" entre países desarrollados, responsables de la inmensa mayoría de las emisiones en el último siglo, y países en desarrollo.
Y su presidente, Alberto Fernández pidió garantizar que esto no generará "nuevas formas de proteccionismos" contra su industria agroalimentaria y que el pago de parte de su enorme deuda externa se vincule a "las imprescindibles inversiones en infraestructura verde que Argentina necesita".
Negociaciones complicadas
Cancelada el año pasado debido a la pandemia, la COP26 tiene como misión desarrollar el Acuerdo de París de 2015, que fijó como gran objetivo limitar el calentamiento del planeta a +1,5ºC.
Sin embargo, las negociaciones se anuncian complicadas.
"Todavía queda un largo camino por recorrer", advirtió el primer ministro británico y anfitrión de la conferencia, Boris Johnson, declarándose "prudentemente optimista" cuando los líderes empezaban a abandonar Glasgow y pasaban el relevo a los negociadores.
Buscando dar impulso, los jefes de Estado y de gobierno no solo prometieron emitir menos gases, sino también absorber más frenando y revirtiendo la deforestación y la degradación del suelo en 2030.
"Nuestros bosques son también el modo en que la naturaleza captura el carbono, sacando el CO2 fuera de nuestra atmósfera", afirmó Biden.
"Tenemos que abordar esta cuestión con la misma seriedad que la descarbonización de nuestras economías", agregó.
Según la oenegé Global Forest Watch, solo en 2020 la destrucción de bosques primarios aumentó un 12% respecto al año anterior pese al parón económico por la pandemia. Y en Brasil, cuna del mayor pulmón del planeta, provocó un aumento de 9,5% en las emisiones de gases de efecto invernadero.
A esto sí se sumaron China y Rusia e incluso Brasil. Los más de cien países que firmaron la iniciativa representan el 85% de los bosques del mundo.
Las medidas acordadas incluyen respaldar actividades en los países en desarrollo como la restauración de tierras degradadas, la lucha contra los incendios forestales y la defensa de derechos de las comunidades indígenas.
Y se financiarán con 12.000 millones de dólares de dinero público aportados por 12 países entre 2021 y 2025, más 7.200 millones de dólares de inversión privada por parte de más de 30 instituciones financieras mundiales.
"Es muy importante ser neutros en carbono pero también es muy importante ser positivos con la naturaleza", afirmó el presidente Iván Duque de Colombia, país ocupado al 52% por selva tropical y al 35% por tierra amazónica, que prometió declarar el 30% de su territorio como área protegida en 2022.
Es ocho años antes de lo previsto, "porque tenemos que actuar ahora", lanzó.
Grupos ecologistas denunciaron como demasiado tardío el fin de la deforestación en 2030 y Greenpeace lo tildó de "luz verde para otra década de destrucción forestal". AFP