Trump asegura que "no bromea" en sus intensiones de aspirar a un tercer mandato presidencial; ¿Es posible?
¿Un tercer mandato de Donald Trump como presidente? El mandatario estadounidense volvió a referirse a la posibilidad sentarse por cuatro años más en el Despacho Oval.
En una llamada con la cadena NBC, el magnate volvió a dejar un guiño a un eventual tercer periodo de gobierno, lo que constituye un desafío a la norma constitucional que limita a dos los mandatos.
"No bromeo", respondió Trump cuando se le pidió que aclare sus comentarios sobre la posibilidad de buscar un nuevo mandato presidencial.
¿Cómo lo lograría? Parece ser algo que no preocupa al presidente, pues dijo que "hay métodos con los cuales podría hacerse".
El multimillonario de 78 años ha dicho en varias ocasiones que puede aspirar a más de dos mandatos, pero sus declaraciones del domingo son las más concretas hasta el momento.
Aunque su segunda presidencia llegó con un pequeño margen frente a sus rival, Kamala Harris, y comenzó con una oleada de polémicos decretos, sus seguidores querrían más.
"Mucha gente quiere que haga esto (...) pero, básicamente les digo que tenemos un largo camino por delante, saben, es muy pronto en la administración", señaló.
No obstante, el presidente afirmó que es "demasiado temprano para pensar en eso", pero dejó entrever que ya se ha hablado de planes que le permitirían buscar la reelección.
¿Cómo podría lograrlo?
Este posible nuevo plan de Trump implicaría una difícil reforma a la Constitución de Estados Unidos.
Para permitir un tercer mandato presidencial, Trump requeriría una mayoría de dos tercios tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, números que actualmente el partido Republicano no tiene.
Otro posible escenario implica que el vicepresidente JD Vance se presente como candidato a presidente y luego renuncie para entregar el poder a Trump.
Sobre esto, el actual mandatario dijo que "ese es un" método, luego, dijo que "hay otros", pero se negó a dar más detalles.
Ya sea por una u otra vía, necesitaría luego la ratificación de tres cuartos de todos los estados.
Las dos alternativas parecen poco posibles, teniendo en cuenta el actual número de estados y congresistas bajo control republicano.
