¿Hay un bloqueo extranjero contra Venezuela como afirma Gustavo Petro? Tres expertos lo aclaran
Luego de que se informara sobre la tragedia de Güiria, donde 19 venezolanos que emigraban a Trinidad y Tobago perdieron la vida tras naufragar, el senador colombiano y líder de la izquierda en el país, Gustavo Petro, lanzó una fuerte acusación que provocó una oleada de críticas en redes sociales.
El excandidato a la Presidencia de Colombia escribió "¿Los 19 venezolanos que murieron ahogados cerca a Trinidad Tobago no son acaso, la consecuencia mortal de un bloqueo a un país que no debería ser bloqueado? Bloquear para producir hambre, hambre que produce muertos. Los cambios políticos no necesitan de la muerte de la gente".
Con estas palabras Petro vincula el hecho con un supuesto bloqueo extranjero contra el país, pero, ¿realmente existe un ‘bloqueo’ contra Venezuela como insiste el senador colombiano? ¿El hambre, como él afirma, es consecuencia de un tal ‘bloqueo’? Consultamos a expertos en Derechos Humanos, Economía y directores de ONG que dan claridad y precisión sobre la verdadera causa de la crisis en Venezuela, esa crisis que obligó a más de 5 millones de nacionales a abandonar el país.
Petro es repetitivo en una palabra: él insiste en que un país extranjero (presumiblemente Estados Unidos) impuso un ‘bloqueo’ contra Venezuela. Sin embargo, un ‘bloqueo’ como él lo plantea no existe, así lo explica a NTN24 el economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal R. Oliveros: “no es correcto hablar de bloqueo hacia Venezuela, el país lo que tiene es producto de la violación del marco democrático y el Gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea han establecido un conjunto de sanciones, pero esas sanciones, que afectan principalmente a funcionarios y a la gestión del estado que llevan a cabo, es muy diferente a una política de bloqueo. No existe un bloqueo hacia Venezuela”.
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En este sentido, Oliveros detalla que lo que realmente existe es una serie de sanciones contra ciertos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro. Y estas sanciones, dirigidas a violadores de derechos humanos e individuos que con su accionar socavan la democracia, no son la causa medular de la crisis en Venezuela.
“El problema que está provocando la salida forzosa de millones de venezolanos no tiene nada que ver con el tema de sanciones. Las sanciones que se han impuesto a Venezuela comenzaron de forma más profunda en los últimos tres años (2018, 2019 y 2020), mientras que la crisis venezolana ya lleva siete años. Es una economía que se ha contraído en más de 80%, con lo que al finalizar el 2020 será apenas una quinta parte de lo que fue en el año 2012. Lleva tres años en hiperinflación, que ha destruido el nivel de compra, de los salarios y ha empobrecido a las mayorías. Esa destrucción del salario es lo que ha forzado a muchos venezolanos a irse en las peores condiciones y poniendo en riesgo su vida. La causa fundamental del éxodo masivo de venezolanos tiene que ver con el modelo económico y político que se ha aplicado en Venezuela. Es un modelo que ha generado empobrecimiento y que ha llevado a Venezuela a ser de las economías más pequeñas de América Latina, junto con Haití”, agrega el experto.
Fotos: EFE
En la historia de las sanciones el ‘bloqueo’ no figura
La historia de estas sanciones inicia en 2015, cuando el para entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró que el régimen de Venezuela era una amenaza para la seguridad nacional y política exterior de la Unión Americana, por lo que prohibió el ingreso a su país de siete altos funcionarios del régimen, a quienes también se le congelaron los bienes y cuentas bancarias en el país.
Dos de los sancionados fueron Gustavo Enrique González López, entonces director general del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y Manuel Eduardo Pérez Urdaneta, quien fungía como director de la Policía Nacional Bolivariana. Ambos cuerpos policiales fueron señalados de ser los responsables de una cruenta represión contra las manifestaciones civiles de 2014, protestas que terminaron con 43 muertos (muchos de ellos con disparos en la cabeza) y más de 3.000 detenidos.
Desde ese entonces las sanciones se mantuvieron, pero no fue hasta la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EEUU (2017) cuando éstas se hicieron más fuertes y contundentes, sancionando a figuras como Tareck El Aissami, Delcy Rodríguez, Adán Chávez, Cilia Flores y hasta el mismo Maduro, de quien existe una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.
La Unión Europea también ha aplicado sanciones a individuos, y ha prohibido el ingreso a su territorio a varios funcionarios del régimen. La mayoría de los países democráticos de América Latina han reconocido a un encargado de asuntos internacionales del Gobierno interino de Venezuela en sus territorios (embajadores), mientras que otras naciones han desconocido la legitimidad de Maduro como mandatario.
Aunque estas sanciones son directamente focalizadas en individuos, también repercuten en la sociedad venezolana, pues muchos de los sancionados controlan grandes industrias del país que producen ingresos en divisas, como es el caso de la estatal petrolera PDVSA, de la cual el Gobierno de Estados Unidos ha cercado comercio directo. Ahora, esto no significa que exista un bloqueo contra el país, pues si así lo fuera, entonces el régimen de Venezuela no podría negociar petróleo con países como China, Rusia, Turquía, Irán y Cuba.
El régimen de Nicolás Maduro reitera que por culpa del “bloqueo” no pueden comprar medicamentos y alimentos al exterior, sin embargo, tampoco existe ninguna restricción internacional que les impida hacer tal cosa. La falta de ingresos en divisas por la venta de petróleo no depende de su comercio con Estados Unidos, sino que es una consecuencia de la estrepitosa caída de la producción de petróleo. De acuerdo con datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo este 2020 Venezuela produjo al día poco más de 350.000 barriles, cifra alarmante, pues el país llegó a producir más de 3 millones de barriles al día y, durante el gobierno de Chávez y el mismo Maduro, estuvo sobre los 2 millones. Expertos aseguran que esto se debe al deterioro y mala administración de la industria en el país.
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El hambre es más viejo que las sanciones
En su trino, Gustavo Petro aseguró que hay que ‘bloquear para producir hambre’, pero el hambre en Venezuela es más viejo que las sanciones. Marino Albarado, quien ha dedicado años al activismo por los derechos humanos en Venezuela, aclara que desde antes de la muerte de Hugo Chávez (falleció en 2013) ya la economía del país venía experimentando un retroceso y estancamiento: “el Instituto Nacional de Estadística, en cifras que dio de pobreza del 2012, indicaba que ese año ya la pobreza había aumentado en el país seis puntos, estando Chávez en el poder y esta situación de pobreza se profundizó con Maduro. Los indicadores económicos del Banco Central de Venezuela ese año (2012) expresaban estancamiento económico, y reflejaron cómo incluso ya no teníamos una situación de ascenso sino de descenso económico (...) La pregunta es: habiendo tenido tantos ingresos por venta de hidrocarburos, habiendo tenido tantos ingresos con préstamos a distintos países como China y Rusia, teniendo 36 misiones sociales ¿cómo es posible que la pobreza haya aumentado seis puntos en un año? Esto tiene que ver con ineficiencia en la gestión pública, altos niveles de corrupción, porque no se justifica que con tanto dinero que ingresó y con 36 misiones sociales en vez de disminuir la pobreza, haya aumentado”.
Durante los años siguientes las cifras fueron empeorando, y una alarmante se sumó: la desnutrición de niños y adolescentes. La misma Unicef refleja en su página web que aunque el régimen de Venezuela asegurara en 2009 que solo 3.2% de los niños menores de cinco años presentaban un peso inferior al que corresponde a la estatura, sin embargo la misma organización, contrastando con estudios independientes, identificó que al menos 4.1% estaba por debajo del peso. “El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2017 sugiere que la desnutrición en Venezuela ha crecido de un 10,5% a un 13% entre 2004-2006 y 2014-2016”.
Estas fechas, como se ha indicado en líneas anteriores, corresponden a varios años antes de la imposición de fuertes sanciones internacionales. La Unicef continúa reportando en su sitio oficial que “según el informe trimestral de Cáritas de agosto de 2017, el 15,5% de los niños evaluados presentaban síntomas de emaciación (comparado con el 11,1% en el trimestre anterior), y un 20% adicional de niños en riesgo de desnutrición. Los resultados de estos estudios, aunque no representan el total de la población, son un indicador del continuo deterioro del estado nutricional de los niños”.
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¿Qué busca Petro con su idea del bloqueo?
“Esa falta de análisis a fondo de los problemas de Venezuela es lo que lleva a personas como Petro a emitir este tipo de opiniones más por criterio ideológico que por un análisis objetivo de lo que ha venido sucediendo y de lo que está pasando en Venezuela”, dijo Marino Alvarado. “Preocupa que venga de una persona como Petro, que tiene ante sus narices, en la propia ciudad de Bogotá, miles de venezolanos que han tenido que huir de la crisis venezolana y bueno, si eso expresa en este caso del naufragio no me quiero imaginar lo que pueda opinar él de los miles de venezolanos que están en Colombia y que se pueden ver a la vista de cualquiera”.
Por su parte Javier Tarazona, director de la ONG Fundaredes, enfatizó que “desde Fundaredes queremos levantar la voz de protesta contra posiciones irresponsables como la del señor Gustavo Petro, quien sale a defender lo indefendible (...) Estos discursos populistas como el del señor Petro, quien manifiesta que es producto del bloqueo, pues quiere hacerse del poder en Colombia para promover ese mismo socialismo que en Venezuela fue un discurso esperanzador para muchos en 1998 y que terminó siendo el caramelo de cianuro. Ese que aniquiló las instituciones, la escuela, los hospitales, las barriadas y la comunidad y hoy hizo al país más pobre”.
Redacción NTN24 / Jhon Lindarte - Felipe Duarte