Actriz mexicana Kate del Castillo aseguró que el Día de San Valentín: "es la fecha más ridícula del año"
El Día de San Valentín, también conocido como ‘San Valentín’, es una festividad de origen católico que se celebra anualmente el 14 de febrero como conmemoración de las buenas obras realizadas por San Valentín de Roma, relacionadas con el concepto universal del amor y la afectividad.
Durante esa fecha, el amor toma protagonismo, pues los enamorados aprovechan la oportunidad para hacer regalos y brindar diferentes homenajes románticos a sus parejas.
Aunque muchas son las personas que hacen parte de esta celebración, otras no se dejan llevar por esta festividad.
Ese es el caso de la reconocida actriz mexicana Kate del Castillo, quien calificó al Día de San Valentín como “la fecha más ridícula del año".
“Yo sé que nadie me pidió mi opinión, pero siento que hoy es el día más ridículo del año”, comentó la actriz.
“El día de San Valentín, qué es eso, que todo el mundo tenga que decirse cositas, vestirse de rojo y rosita. Es el consumismo tan tonto”, expresó la artista recordada por sus papeles en producciones como: ‘La reina del sur’, ‘Ingobernable’, entre otras.
¿Por qué se celebra el Día de los Enamorados?
El Día de San Valentín es una fecha que resalta la importancia del amor y la amistad, sin embargo, dicha festividad no solo se resume al tema sentimental.
Ofrecido por la Iglesia católica como contrapeso de las actividades paganas que se realizaban en el Imperio romano, San Valentín funge como una de las primeras fiestas que significaron la expansión del cristianismo.
Su historia se remonta a la Antigua Roma en honor a la diosa de la mitología griega 'Juno', la cual el pueblo de aquella comunidad la consideró "soberana de la feminidad y el matrimonio".
Si bien el pueblo romano creía en el compromiso, el emperador Claudius II estableció reglas muy duras en cuanto al matrimonio, pues a su juicio, "sus soldados no alcanzaban el máximo rendimiento en los combates por amar a sus novias o esposas".
A pesar de la prohibición impuesta por Claudius, el sacerdote Valentín de Roma y su amigo, el cura Marius, continuaron casando en secreto a los enamorados. No obstante, el emperador se dio cuenta de la situación y detuvo a Valentín.
El hecho que más sacó de sus casillas a Claudius fue que Valentín ayudó a la hija invidente del guarda de la cárcel a contraer nupcias con su prometido; acto que para las autoridades romanas significaban un crimen.
Tras encontrar culpable a Valentín, Claudius II decidió condenarlo a muerte mediante una brutal paliza. El día en el que el sacerdote fue ejecutado se encontró una nota escrita por la propia víctima en la que le contaba a la hija del custodio de la prisión sobre "lo espectacular que era el amor".